La ex reservista del Ejército Lynndie England publicó un libro en el que se defiende de las acusaciones por su participación en las torturas a detenidos sin juicio ni motivo en Abu Ghraib, la cárcel más famosa luego de la invasión anglo-norteamericana de Irak en 2003.

Según publicó el diario Crítica de la Argentina, Lynndie England, fue condenada y estuvo presa por estos hechos, pero no está arrepentida. “Estados Unidos me ve como un villano, un monstruo, porque estuve en una foto por apenas un segundo”, dijo en una entrevista que publicó la BBC británica.

Llegó a Abu Ghraib, con apenas veinte años, en 2003. Según la entrevistada por la BBC, ya para ese entonces los soldados estadounidenses abusaban de los presos. “¿Qué diablos está pasando?”, se preguntó con su expresivo lenguaje. “Vi cosas que no había visto antes. Y cuando lo cuestionamos, recibimos como única respuesta: ‘Esto tiene que hacerse’. Entre los militares uno dice: ‘Obviamente, esto está bien’. Hay una cadena de mando que respetar. No voy a ser yo la que cuestione eso”, agregó.

England tenía un trabajo administrativo en la cárcel. No debía estar en la zona de los detenidos, pero en el turno de la noche iba a visitar a su novio Charles Graner, que sí estaba allí.

Consultada sobre por qué hizo ciertas cosas, England aseguró: “Porque Graner dijo: ‘Si me amas, haz esto’, y supongo que en cierto punto no quería decepcionarlo porque me podría dejar y me sentiría sola en esta zona de guerra”.

England señaló que lo que hizo, por ejemplo, en el caso de la fotografía donde sostiene una correa que está atada al cuello de un preso que aparece en el piso desnudo, “comparado con lo que ellos nos harían a nosotros no es nada”.

“Si uno piensa bien, al mismo tiempo ellos estaban cortando las cabezas de mis compañeros y quemando sus cuerpos, arrastrándolos por las calles de Bagdad, colgándolos de puentes”, explicitó.

Desde su punto de vista, England no condena este tipo de prácticas “si ayudan a conseguir alguna información que ellos puedan tener”.