Científicos de nueve centros de investigación españoles han secuenciado el epigenoma de 139 pacientes con leucemia linfática crónica (LLC), que es el tipo de leucemia más frecuente. Los resultados de este estudio han revelado más de un millón de alteraciones epigenéticas propias de este tipo de cáncer.

El epigenoma representa los cambios químicos que no afectan a la secuencia de ADN, pero pueden modificar la expresión de los genes haciendo por ejemplo que estén silenciados. Estas variaciones pueden aparecer debido a factores ambientales, y también pueden ser heredables.

En concreto, los investigadores han obtenido un tipo de epigenoma, el metiloma, que reúne las metilaciones o modificaciones químicas consistentes en la adición de un grupo metilo (-CH3) a una molécula.

El estudio muestra que la hipometilación –menor grado de metilación de los genes– es el principal cambio epigenético característico de la leucemia linfática crónica.

Los autores señalan que la distinta metilación del cuerpo de los genes podría tener importantes implicaciones clínicas en el desarrollo de este
tipo de leucemia. El conocimiento de los entresijos moleculares del ADN implicados en la enfermedad podría dar pistas para tratarla y controlarla.

Además, la secuenciación de los epigenomas ha permitido a los científicos distinguir nuevos subtipos de la enfermedad, de acuerdo con el distinto grado de metilación.

Según el estudio, las diferencias en la metilación del ADN entre los distintos subtipos de esta clase de cáncer están asociadas con sus células de origen. Este diferente origen celular afecta a las características biológicas y a la evolución clínica de la enfermedad.

A este respecto, En palabras del doctor Martín-Subero, “hemos descubierto que los patrones epigenéticos permiten clasificar los pacientes con leucemia linfática crónica en tres grupos con un curso clínico diferente”. “Un aspecto muy interesante es que cada grupo clínico de leucemias mantiene una memoria epigenética de la célula de la cual se originó. Las leucemias con peor pronóstico parecen derivarse de linfocitos inmaduros mientras que las menos agresivas se relacionan con linfocitos maduros”, ha detallado.

El trabajo complementa las investigaciones en las que se secuenció el genoma completo de cuatro pacientes y el exoma (la parte codificante del ADN) de más de cien, que sacaron a la luz más de mil mutaciones genéticas implicadas en el desarrollo de la leucemia linfática crónica.

Fuente: SINC