Su entierro fue tan fastuoso como su vida. Este jueves enterraron finalmente a Michael Jackson en un ataúd bañado en oro. La ceremonia privada se transmitió en vivo hasta la llegada del cajón al cementerio. Luego la familia sólo permitió imágenes desde la altura.

El hogar de los Jackson en Encino está a unos 20 minutos del cementerio de famosos Forest Lawn Memorial Park de Glendale, donde fue enterrada la leyenda del pop.

Tras la llegada del coche fúnebre, los hermanos de Jackson cargaron el ataúd a su lugar. Sobre un estrado la familia hizo colocar gran cantidad de flores blancas y afiches con imágenes del fallecido.

Para los invitados se colocaron más de cien asientos blancos en la "terraza sagrada" frente al mausoleo. Entre los primeros asistentes en llegar se contó la diva de Hollywood Elizabeth Taylor. Era muy amiga de Jackson, ya que ambos debieron sacrificar su niñez por sus carreras.

También llegó Lisa Marie Presley para despedir a su ex marido, aunque no asistió la segunda ex mujer del cantante, la enfermera Debbie Rowe, a pesar de estar invitada.

Otros asistentes fueron el actor Macaulay Culkin y el activista de los derechos civiles Al Sharpton. La cantante de soul Gladys Knight le dedicó a Jackson un último tema. También llegó el cantante Stevie Wonder, ganador de 22 premios Grammy.

Los hijos de Michael Prince y Blanket, así como sus hermanos, vestíancorbatas rojas y un brazal de luto. El padre Joe Jackson tenía un sombrero negro. El acompañamiento musical estuvo a cargo de un pianista.

Los asistentes recibieron una invitación de nueve páginas con fotos que mostraban a Jackson de niño y adulto en su rancho Neverland.

El cantante murió el pasado 25 de junio a los 50 años. Jackson fue víctima de un homicidio causado por una intoxicación aguda con el narcótico Propofol, según afirmaron los médicos forenses en Los Angeles tras la autopsia oficial.