Fernanda Blasco
Pese a que la cuadra de Oroño al 200 está repleta de gente, lo que se escucha es silencio. De lejos llegan algunos ruidos de las máquinas y operarios que trabajan para remover los escombros. Nadie tiene ganas de hablar. Ni los familiares que esperan allí noticias, ni los rescatistas que participan del operativo, ni siquiera los periodistas apostados para cubrir lo que sucede. Una mueca triste se repite en los rostros de todos. Mueca solo interrumpida por algunas sonrisas tímidas de voluntarios de diferentes organizaciones que se sumaron espontáneamente para ayudar.
Integrantes de El Ejército de Salvación, Rosario Solidaria, Scout Rosario y Canal Luz son algunos de los que están allí apostados este miércoles, bien temprano. Reparten café caliente a los bomberos que trabajaron toda la noche, también vasos de agua a los gendarmes que cuidan que nadie cruce el perímetro de seguridad e incluso acercan con mucho respeto bolsitas con medialunas a los familiares angustiados que ven pasar las horas sin noticias de sus seres queridos. También llevan necesarias palabras de apoyo en momentos difíciles, su labor ofrece un mensaje de esperanza en un panorama complejo y devastador.
“Vivo a dos cuadras, todavía me queda la sensación de lo que pasó. Desde un primer momento quise venir a ayudar”, cuenta a Rosario3.com una voluntaria de Rosario Solidaria, entidad que ubicó una especie de “puesto” en la entrada de un edificio ubicado por calle Oroño frente al local del supermercado La Gallega. Vecinos de ese inmueble abren incluso sus hogares a los rescatistas, que a veces necesitan usar un baño o tener algún lugar para cambiarse.
Por el bulevar, pero en la intersección con Salta, sobresale un carrito de Canal Luz. Una de las voluntarias ofrece también bebidas calientes a los bomberos. Hay medialunas y facturas para elegir. Aunque muchos tengan el estómago cerrado, los voluntarios hacen un intento por seducir con algún alimento. Hay que mantener las fuerzas. Además, en el carrito piden rezos para acompañar a las víctimas, sus familias y amigos.
“¿Cómo no hacer algo ante lo que pasó? Lo poco que se pueda hacer suma”, asegura una mujer que prepara café en el stand de El Ejército de Salvación, que se destaca entre todas las organizaciones por el gran camión con el que llegó a la zona. A metros de allí también hay trabajo solidario. Es temprano a la mañana, pero desde Scout Rosario piensan ya en qué se ofrecerá para almorzar y cenar, para coordinar con otras organizaciones y no superponerse.
Desde las diferentes organizaciones solidarias estiman que la espera será larga y los trabajos continuarán. Y anticiparon a Rosario3.com que ellos mantendrán su vigilia junto a los rescatistas y familiares, en un intento por aliviar el cansancio y el dolor.