"Vamos a iniciar la operación de reintegro para que se la devuelva en éste momento, ¿sí?. Le voy a pedir por favor que se pare frente a la máquina y yo le voy a estar explicando los pasos a seguir". Un falso operador de un red de cajeros automáticos ya tiene del otro lado del teléfono a su víctima, que tiene la tarjeta retenida. Como un supuesto transeúnte solidario le facilitó la comunicación, en realidad la engañan y piden que ingrese sus claves, que serán registradas.

El modus operandi de una banda que actuó en distintos puntos del país pero que fue desbaratada por una investigación del Ministerio Público de la Acusación y de la PDI de Rosario quedó reflejado este lunes en un informe de Telenoche (El Tres), donde las escuchas revelaron cómo consumaban su fraude para quedarse con dinero de cuentas bancarias.

La banda tenía una estructura con roles bien determinados. Se los repartían entre quien ingresaba a los cajeros para poner los pescadores, el supuesto transeúnte que le brindaba su celular a quien tenía la tarjeta trabada porque "hablaba gratis" con el 0800 de asistencia, donde otro miembro se hacía pasar como parte de un staff de asesores técnicos de una red. Así, lograban que las víctimas digitaran su clave alfanumérica y su pin delante de un cómplice.

Como finalmente el interlocutor advertía mediante el celular que el plástico no podría ser recuperado pero quedaba inhabilitado, la víctima se iba. Allí es cuando otro inviduo la retiraba y el grupo consumaba el hecho: tenía la tarjeta, habían visto las claves y retiraban o transferían fondos.

Una pesquisa liderada por la fiscal de Investigación y Juicio Juliana González (MPA), con tareas en campo asignadas al grupo Operativo de Investigaciones de PDI a cargo del comisario Martín Rey, permitió desbaratar a la organización después de allanamientos en Moreno y Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, donde tenían su base.

De tres implicados, Fernando L. de 38 años y Manuel A. –de 35– están detenidos y con prisión preventiva tras ser imputados por González como parte de una asociación ilícita destinada a cometer estafas, en este caso una nueva modalidad para lograr adueñarse de dinero a través de cajeros automáticos. El presunto líder, Luis Miguel R., se mantiene prófugo y con captura vigente.

Tras analizar cámaras de entidades bancarias, detectar líneas telefónicas usadas, cruzar datos con la División Antifraudes de Red Link, identificar a los implicados y realizar los procedimientos, los efectivos de la PDI incautaron celulares y ropa simular a la usada cuando realizaron un hecho en la sucursal Alberdi del Banco Macro. Allí, en lo que dio pie a la pesquisa, a una mujer la despojaron de 25 mil pesos de su cuenta.

Con esos elementos y otros, en la audiencia imputativa realizada días atrás en Rosario, quedó al descubierto que operaron entre febrero y junio, que tenían roles determinados y que cometieron más de 30 hechos en todo el país.