Más de 70 nigerianos fallecieron carbonizados cuando un camión se incendió mientras intentaban recoger el combustible que se filtraba, informó hoy la policía del estado de Kaduna, al norte del país.

Multitudes de aldeanos locales se habían reunido con baldes y tarros después de que el camión, que transportaba 33.000 litros de gasolina, perdió el control y se volcó. Las víctimas fueron sepultadas en una fosa común horas después del desastre. 

"El accidente ocurrió el lunes por la tarde. Una hora después del accidente empezó a caer gasolina del camión, así que los habitantes de la zona decidieron sacar provecho. Se han perdido más de 70 vidas", declaró el portavoz de la policía del estado de Kaduna, Saad Yahaya.

Yahaya añadió que el conductor del camión intentó advertir a la gente del peligro de acercarse al depósito, pero que ignoraron sus advertencias.

Este tipo de tragedias es frecuente en Nigeria, donde la pobreza y la escasez de combustible hacen que la posibilidad de obtener gasolina gratis sea irresistible para muchos.

Tragedias similares. Casi 300 personas murieron abrasadas en Lagos el 26 de diciembre, al tomar combustible de una tubería saqueada. Otro suceso similar dejó unos 200 muertos en la misma ciudad en mayo del año pasado.

Nigeria es el país más poblado de Africa y el mayor exportador de crudo del continente, pero no puede producir suficientes productos de petróleo refinado para su mercado nacional.

Eso supone que tiene que confiar en las masivas importaciones de gasolina y diesel, y el mercado está manipulado con frecuencia por intermediarios que actúan en favor de poderosos intereses políticos o empresariales.

Eso supone que la escasez de combustible sea habitual, provocando largas colas en las gasolineras para los ciudadanos normales.