No, esta vez no hubo lluvia como en Navidad y eso se notó en el saldo que tuvieron los festejos de Año Nuevo en cuanto a heridos. Es que más allá de la muerte de una persona por un hecho que en realidad fue policial, la Nochebuena no había deparado prácticamente heridos. Este 31 a la noche, sin agua y con calor, distinto fue el panorama. De hecho, mucho más tuvieron que trabajar las guardias de los hospitales entre ellas las del de Niños Víctor J. Vilela, donde llegaron dos niñas heridas por balas perdidas, una de ellas de gravedad. También hubo un herido por una bala perdida en el Sáenz Peña.

Rosario tuvo un 31 realmente ruidoso. Acaso porque, justamente por la lluvia, quedó mucha pirotecnia sin usar de Navidad y la gente se había quedado con ganas de salir a la calle.

Se sabe el peligro de usar cohetes y cañitas voladoras. Pero más riesgos hay aún con la maldita costumbre de celebrar con tiros al aire.

Yamila, de 4 años, estaba en la puerta de su casa, en Casiano casas al 1300. Había salido a ver los fuegos con su familia, cuando una bala disparada al aire por un vecino se le incrustó en el cráneo. La niña debió ser internada en terapia intensiva del Vilela y estaba grave.
A la pequeña la bala le quedó alojada en el cráneo y estaba conectada a un respirador.

No fue la única víctima de una bala perdida. En Las Flores una niña de once años recibió un impacto en un brazo durante los festejos y también estaba internada en el Vilela.
Mientras tanto, en zona sur, un chico de 12 años, Ezequiel Godoy, que vive en Jazmín 7214, también recibió una bala perdida cuando festejaba en la puerta de su casa, cerca de la 0.15. Ezequiel fue trasladado al Sáenz Peña con una herida en el brazo derecho, pero como no revestía gravedad ya fue dado de alta.

En cuanto a heridos por pirotecnia, si bien hubo mucha, no hubo demasiados casos de heridos graves por el uso de cohetes y cañitas. Desde prensa de Jefatura se informó el caso de una mujer de 44 años, Estela, que vive en Colombia 1310 bis y sufrió heridas cortantes, por las que debió ser atendida en el Hospital Alberdi. al intentar arrojar una bomba de estruendo. En tanto, un chico de 7 años, de nombre Agustín, debió ser trasladado al Vilela por quemaduras en mano, pierna y tórax.

También coincidieron que hubo pocos casos –muchos menos que otros años– de heridos por pirotecnia en el Heca, donde sí tuvieron mucho trabajao para atender heridos en accidentes de tránsito y en peleas callejeras, varios de ellos con armas blancas.