Los trabajadores de la empresa General Motors de la localidad de Alvear viven una situación de incertidumbre. En la mañana de este lunes, muchos de ellos se enteraron en la puerta de la fábrica automotriz de que entraban en un régimen de suspensión que se extenderá por 8 o 9 meses, más allá de que el gremio Smata lo había confirmado la semana pasada. Por eso, fue una jornada de protesta de los empleados frente a la sede local del Ministerio de Trabajo y se asambleas en la planta de la vecina ciudad.

Muchos empleados advirtieron que recibieron la noticia de sus suspensiones esta mañana en la puerta de la fábrica, cuando se disponían a ingresar a la misma.

El abogado Sebastián Sansevich, que representa a los empleados de la firma, explicó en el programa La primera de tarde (Radio 2), que a los trabajadores “les dieron explicaciones muy superficiales de por qué no podían entrar a trabajar”.

“Inmediatamente hicimos una presentación en el ministerio de Trabajo y nos dijeron que no había ningún expediente abierto, que la empresa no había entrado en ningún concurso preventivo de crisis; por eso decimos que no había ninguna justificación para las suspensiones de los trabajadores”, agregó.

Sansevich apuntó que la medida “fue arbitraria” y señaló que “los empleados no recibieron telegramas sobre sus situaciones laborales”.

La semana pasada, el secretario general del gremio Smata Rosario, Marcelo Barros, había adelantado en Radio 2 que 350 trabajadores de la planta de Alvear de General Motors serían suspendidos por 9 meses a partir de hoy.

El sindicalista indicó que la intención inicial de la empresa fue despedir a 400 empleados pero por la intervención gremial terminaron siendo suspensiones por 9 meses.