El granjero japonés Mitsuo Shibata encontró en su campo una sandía-glúteo. Se trata de dos frutos de perfecta redondez que se desarrollaron unidos por un lateral.
Como ambas sandías tienen el mismo tamaño, las referencias al contorno humano no tardaron en llegar.
“Tengo más de cuarenta años viendo crecer sandías y es la primera vez que veo algo así”, dijo Shibata, de 58 años, al portal Kotaku.


