No hay colectivo, lugar de trabajo ni aula de clase sin estornudos, toses y ausentes engripados con aviso. Comenzó la temporada invernal con una particularidad: temperaturas mínimas de -4ºC y máximas de 28ºC que someten al cuerpo a cambios muy drásticos. ¿Cómo viene la gripe este año?

Desde Salud provincial informan que este año se están registrando casos de gripe A (H1N1 y H3) y gripe B. La que está en Santa Fe es la gripe estacional, la H3 y la influenza B. A esto se suma el virus sincitial respiratorio que da bronquiolitis y afecta a los más chiquitos.

“Son cuadros de inicio brusco, acompañados de fiebre alta que en dos o tres días cede. En algunos pacientes persisten luego, tanto la tos como el cansancio, y en comparación con el invierno último, la mayoría de los cuadros se resuelven, en este caso, sin internación. Hay mucha más consulta ambulatoria que la que requiere internación por su gravedad”, explicó en diálogo con Rosario3.com, la subsecretaria de Primer y Segundo Nivel de Atención de Salud, Andrea Uboldi.

Según explica la funcionaria, en comparación con igual época del año de 2016, este año, en todo el país, se reportó un 30 por ciento menos de casos y con menor gravedad.

Además, en 2016 se experimentó un adelantamiento de la circulación del virus porque los primeros casos se registraron en marzo, mientras que este año, los primeros reportes son de fines de abril y se concentraron en un lapso menor.

Este año, los primeros reportes son de fines de abril y se concentraron en un lapso menor.

“Sabemos que nuestro pico histórico (momento donde se produce la mayor concentración de virus de gripe) es la semana 26 (la última de junio), es decir que la semana pasada, la presente y la que viene son las tres más fuertes, con mayor consulta y mayor internación. A partir de ese momento, comienzan a disminuir los casos, sobre todo durante las vacaciones de invierno, ya que los escolares y los preescolares son los grandes transmisores. Al no ir a la escuela, se evita el contagio, la curva se empieza a achatar y los casos son cada vez más aislados”, señala Uboldi.

Engriparse en el invierno (verano) rosarino

Estar engripado es de por sí agotador para el cuerpo y el estado de ánimo, y si a esto le sumamos amplitudes térmicas de 30ºC o más, se siente peor aún. Algo de eso está sucediendo, ya que en un lapso de cinco días, la temperatura osciló en la ciudad entre -4ºC (sensación de térmica del lunes último) y 28ºC (máxima prevista para este fin de semana).

Sin embargo, esta variación climática no empeora el cuadro que atraviesan los pacientes, excepto que sean alérgicos.

“Los cambios de tiempo influyen más sobre los pacientes que tienen un componente de alergia o de hiperreactividad bronquial porque pueden reactivar o exacerbar sus cuadros previos. En esos casos, hay que tener en cuenta que al cambiar la temperatura, el cuerpo tiene trastornos para termoregularse, por lo cual a veces, se suele estar más desabrigado de lo que corresponde”, explica la profesional.

Para leer más sobre la gripe, hasta que pase la fiebre

De acuerdo a la información brindada por Epidemiología de la provincia, la gripe -al igual que otras infecciones respiratorias- se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones.

La enfermedad se manifiesta con fiebre mayor a 38ºC, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular y malestar generalizado. En los niños pueden presentarse también problemas para respirar, vómitos o diarrea, irritabilidad o somnolencia.

Cómo evitar contraer la enfermedad

Se recomienda lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón especialmente al regresar a la casa luego del trabajo, escuela o salidas. Si no se cuenta con agua se puede utilizar alcohol en gel o al 70%. Evitar la concurrencia a espacios cerrados con mucha gente porque se favorece el contagio de infecciones respiratorias. Ventilar bien la casa, espacio laboral o escolar cuando sea posible. Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar y utilizar pañuelos descartables. Realizar la vacunación antigripal, aquellas personas que pertenecen a los grupos de riesgo definidos.

Cómo actuar ante los primeros síntomas

Se debe consultar inmediatamente si se presentan los síntomas mencionados, bajar la fiebre con paracetamol y concurrir a un efector cercano al domicilio.

Si se le ha diagnosticado gripe, el paciente deberá quedarse en su casa, seguir las indicaciones de su médico y controlar los síntomas. Se recomienda que permanezca en su vivienda durante al menos 24 horas después de que la fiebre (37.8°C) haya cesado.

Evitar el contacto directo con otros, especialmente con las personas que puedan contraer la gripe fácilmente, como personas de 65 años y mayores, personas de cualquier edad con enfermedades crónicas (como asma, diabetes, o problemas cardíacos), mujeres embarazadas, niños pequeños y bebés.

Lavarse las manos con agua y jabón o con un desinfectante para manos a base de alcohol, especialmente después de usar pañuelos desechables y después de toser o estornudar usando las manos.

Cubrirse la boca al toser o estornudar, beber líquidos como agua, caldo, a fin de prevenir la deshidratación, limpiar las superficies con agua y detergente o jabón, o alcohol al 70% y ventilar los ambientes.

Cómo evitar el contagio

Si en la casa, la escuela o el trabajo se está en contacto con alguien que fue diagnosticado de gripe, se debe evitar estar cara a cara con la persona enferma.

Cuando se lleva en brazos a un niño pequeño que está enfermo, se recomienda poner el mentón del niño sobre su hombro para que no tosa en la cara de quien lo carga.

Consultar al equipo de salud que asiste al paciente sobre cualquier cuidado que pueda ser necesario, especialmente si la persona está embarazada o tiene una afección médica crónicas (diabetes, enfermedades cardíacas, asma, trastornos de las defensas).

Mantener a la persona enferma alejada de otras, tanto como sea posible, especialmente de aquellas personas que tienen alto riesgo de desarrollar complicaciones por la influenza.

Asegurarse de que todos los miembros del hogar se laven las manos con frecuencia, utilizando agua y jabón o algún desinfectante para manos a base de alcohol.

Revisar que aquellos que tienen posibilidades de sufrir complicaciones por pertenecer a grupos de riesgo, hayan recibido este año la vacuna antigripal.