Algo cambió en la intimidad del plantel de Newell’s. Algo importante se produjo en las últimas horas para que la tirante relación entre el entrenador Ricardo Caruso Lombardi y los futbolistas de más “peso” en el plantel, momentáneamente haya retomado la huella de la tolerancia. Ese “algo”, es nada más y nada menos que la mediación del presidente del club Eduardo López en el conflicto.
En primer lugar, López citó al técnico en sus oficinas del centro rosarino, pero no para hablar sobre algún tema específico, sino con la intención de intercambiar opiniones acerca de la actualidad futbolística de Newell’s. No obstante, el clima del vestuario leproso fue una de las cuestiones tiradas sobre la mesa y Caruso dio su versión sobre el caso.
Más tarde, el mandamás rojinegro se comunicó con los referentes del plantel, tarea nada agradable para él, teniendo en cuenta su personalidad parca y reservada. Lo concreto es que López llamó a los celulares de Ariel Zapata, Claudio Husain, Rolando Schiavi y Justo Villar, y los invitó a “fumar la pipa de la paz” con Caruso para que las rispideces entre ambas partes no afecten la producción de Newell’s en estas últimas cuatro fechas del Apertura, en las que la Lepra jugará con tres rivales directos por la permanencia en la máxima categoría. “Después se verá”, fue la frase concluyente del presidente con cada uno de los protagonistas de esta historia.
Y el “humo blanco” se elevó en Bella Vista este martes por la mañana. Como primera señal del acercamiento de partes, el arquero Justo Villar, quien el lunes sólo había realizado trabajos menores como consecuencia de su supuesta tendinitis, un día después apareció en uno de los arcos en el ensayo futbolístico informal ordenado por el técnico Lombardi. Villar se revolcó de lo lindo en la práctica, sin molestias físicas a la vista. “El sábado vuelve a jugar Justo”, confió alguien ligado a la intimidad rojinegra en el predio de entrenamiento.
También Rolando Schiavi trabajó con absoluta normalidad, dejando rápidamente atrás la molestia muscular que le impidió jugar ante Colón. “Siempre fui de arriesgar”, había dicho el Flaco antes del partido frente al Sabalero, pero después prefirió cuidarse. “En Boca jugaste con apendicitis y acá salís por una molestia”, le recordó alguien al defensor como para establecer pautas claras acerca de lo que se está jugando Newell’s.
A este punto ha llegado la situación en la convivencia del campamento rojinegro. El conflicto, que Caruso Lombardi trató de desactivar puertas para afuera alegando que “fue todo un invento de la prensa”, tuvo que llegar hasta la máxima instancia para alcanzar un atisbo de solución. “Después se verá”, como dijo el presidente.

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