Un australiano de veinte años infectó con un virus informático más de 3.000 computadoras en todo el mundo para obtener los datos bancarios y de las tarjetas de crédito de sus usuarios, informó la Policía.

El hacker, cuya identidad no fue divulgada, se encuentra detenido y comparecerá el próximo 4 de septiembre ante un tribunal de Adelaida por varios cargos de delitos informáticos que conllevan una pena máxima de diez años de prisión.

También está acusado de haber creado otro virus que envió como correo electrónico basura o "spam" a 74.000 terminales por todo el planeta utilizando "botnets" (redes organizadas) para enviar cantidades masivas de emails a usuarios específicos y bloquear así sus sistemas operativos.

Este sistema tiene tal capacidad de distribución que lo convierte en una amenaza creciente para la seguridad nacional, la infraestructura informática y la economía de un país entero, siempre que no se disponga de un "firewall" o barrera antivirus eficaz.

La Policía australiana no detalló si el pirata informático llegó a emplear los datos bancarios privados que sustrajo para cometer otros delitos en la red.