El conocimiento atesorado en libros y bibliotecas del mundo fue puesto en la mira de Google hace algún tiempo con la idea de “organizar la información del mundo y crear un acervo digital que incluya la mayor parte de los 55 millones de libros que se editaron en la historia de los que Google lleva ya escaneados 7,5 millones”. Rodrigo Velloso, su director para negocios de Latinoamérica estuvo en la Feria del Libro y dialogó con editores y libreros.
El mundo geográfico (Google Earth), el micromundo de barrios y ciudades (Google Street View) pero también el mundo del conocimiento humano (Google Book Search) son los campos planetarios en los que ha puesto la mira la creatividad del "catálogo de catálogos" de la era digital.
Mientras los estudiosos del fenómeno Google se debaten entre la admiración y la denuncia, las críticas más recientes al proyecto Google Book Search, lo acusan, sin vueltas, de monopolio y piratería. Monopolio del acceso digital a los libros y piratería por haber emprendido el escaneo de obras sin la autorización de los titulares de los derechos de autor.
Los escritores argentinos casi no se dan por enterados del acuerdo extrajudicial alcanzado en Estados Unidos, con las asociaciones de autores y editores, que da vía libre a Google para seguir digitalizando libros, vender su lectura online y "asociar" a los autores, que recibirán un 63% de la comercialización. Algunos agentes literarios llamaron a los escritores a excluirse del acuerdo y reservar su derecho a demandar al buscador. Aunque muchos ven con buenos ojos la posibilidad de que sus obras accedan a nuevos y distantes lectores a través de Internet.
El sentido según Velloso es organizar la información: “no ofrecer el contenido a los usuarios sino ofrecer indexación, un camino para encontrar contenidos”.
Entrevistado por la Revista Ñ aseguró que comercializar libros online “no fue el objetivo, es una consecuencia del acuerdo extrajudicial que nos permite digitalizar los contenidos necesarios para poder organizar la información. Vender libros no es el negocio de Google, el 97% de sus ingresos proviene de la venta de publicidad. El acuerdo no obliga a editores y autores a permitir que Google haga esta comercialización”.
A partir de este acuerdo, Google puede vender libros digitalizados a bibliotecas, instituciones o a particulares, Velloso afirmó que “una biblioteca podrá comprar el acceso online a la totalidad de la base de datos estadounidense de Google Book Search. Los particulares podrán comprar el acceso online a libros individuales”.
Indagado acerca de si van a competir con Amazon por el libro electrónico, el director de negocios de Google expresó que “no, porque Amazon vende e-books que el consumidor baja a su PC o a un dispositivo lector. Google no va a comercializar e-books, va a vender un acceso online. El usuario deberá estar conectado en la Red para acceder al contenido.
No sé si es una diferencia menor. En un avión no se puede leer un libro online. Además, el programa de Google se aplica a los libros que no son comercializados por otros medios”, aclaró.
Con respecto a qué responde Google frente a la acusación de monopolio de la Asociación de Consumidores Velloso afirmó: “El acuerdo no es exclusivo. Por su intermedio se crea el Book Registry, gestionado por la Asociación de Autores y Editores, que permite a otros interesados montar negocios similares. En muchos países no somos el buscador dominante”. Por eso, afirmó, “aunque Google lleve escaneados 7,5 millones de libros, no es un monopolio”. “Google pondrá 35 millones de dólares para crear el Book Registry, pero no es un inversor y no tendrá el control del mismo, que se financiará con lo que pagará Google y otras eventuales entidades, por avisos, ingresos de comercialización”.
En relación a qué sucede si los autores o editores de libros escaneado por Google no se excluyen del acuerdo antes del 5 de mayo, Velloso explicó que “si no se excluyen están accediendo al acuerdo, esto implica que desisten de demandar a Google en los Estados Unidos, pero no pierden la propiedad intelectual pueden negarse a que sus libro: sean digitalizados o visualizado; por Google. Las opciones y pasos a seguir están explicados en www. googlebooksettlement.com. Des pues del acuerdo, la digitalización la posibilidad de visualización parcial y la de comercialización electrónica serán la norma y la opción de excluir sus trabajos corresponderá al autor o a la editorial”.
La propuesta a editores y libreros en la Feria del Libro estuvo centrada en el programa de afiliación, que es un servicio gratuito para incentivar las ventas de libros. Para participar, la editorial tiene que firmar un contrato y determinar cuántos libros va a permitir digitalizar. Google garantiza la seguridad: el contenido de los libros no está en la Red sino almacenado en sus servidores. No permitimos la copia ni la descarga; el editor puede incluir y excluir títulos en cualquier momento.
Con respecto a cómo Google ve a los lectores del futuro Velloso expresó: “No hay un solo tipo de lector, así como no hay un solo tipo de obra. Entendemos por libro su contenido, no el formato papel, por eso hay muchas formas de interactuar con él. Al poder disponer de distintos accesos, el libro gana libertad para ser consumido y comercializado”.
Fuente: Revista Ñ
El mundo geográfico (Google Earth), el micromundo de barrios y ciudades (Google Street View) pero también el mundo del conocimiento humano (Google Book Search) son los campos planetarios en los que ha puesto la mira la creatividad del "catálogo de catálogos" de la era digital.
Mientras los estudiosos del fenómeno Google se debaten entre la admiración y la denuncia, las críticas más recientes al proyecto Google Book Search, lo acusan, sin vueltas, de monopolio y piratería. Monopolio del acceso digital a los libros y piratería por haber emprendido el escaneo de obras sin la autorización de los titulares de los derechos de autor.
Los escritores argentinos casi no se dan por enterados del acuerdo extrajudicial alcanzado en Estados Unidos, con las asociaciones de autores y editores, que da vía libre a Google para seguir digitalizando libros, vender su lectura online y "asociar" a los autores, que recibirán un 63% de la comercialización. Algunos agentes literarios llamaron a los escritores a excluirse del acuerdo y reservar su derecho a demandar al buscador. Aunque muchos ven con buenos ojos la posibilidad de que sus obras accedan a nuevos y distantes lectores a través de Internet.
El sentido según Velloso es organizar la información: “no ofrecer el contenido a los usuarios sino ofrecer indexación, un camino para encontrar contenidos”.
Entrevistado por la Revista Ñ aseguró que comercializar libros online “no fue el objetivo, es una consecuencia del acuerdo extrajudicial que nos permite digitalizar los contenidos necesarios para poder organizar la información. Vender libros no es el negocio de Google, el 97% de sus ingresos proviene de la venta de publicidad. El acuerdo no obliga a editores y autores a permitir que Google haga esta comercialización”.
A partir de este acuerdo, Google puede vender libros digitalizados a bibliotecas, instituciones o a particulares, Velloso afirmó que “una biblioteca podrá comprar el acceso online a la totalidad de la base de datos estadounidense de Google Book Search. Los particulares podrán comprar el acceso online a libros individuales”.
Indagado acerca de si van a competir con Amazon por el libro electrónico, el director de negocios de Google expresó que “no, porque Amazon vende e-books que el consumidor baja a su PC o a un dispositivo lector. Google no va a comercializar e-books, va a vender un acceso online. El usuario deberá estar conectado en la Red para acceder al contenido.
No sé si es una diferencia menor. En un avión no se puede leer un libro online. Además, el programa de Google se aplica a los libros que no son comercializados por otros medios”, aclaró.
Con respecto a qué responde Google frente a la acusación de monopolio de la Asociación de Consumidores Velloso afirmó: “El acuerdo no es exclusivo. Por su intermedio se crea el Book Registry, gestionado por la Asociación de Autores y Editores, que permite a otros interesados montar negocios similares. En muchos países no somos el buscador dominante”. Por eso, afirmó, “aunque Google lleve escaneados 7,5 millones de libros, no es un monopolio”. “Google pondrá 35 millones de dólares para crear el Book Registry, pero no es un inversor y no tendrá el control del mismo, que se financiará con lo que pagará Google y otras eventuales entidades, por avisos, ingresos de comercialización”.
En relación a qué sucede si los autores o editores de libros escaneado por Google no se excluyen del acuerdo antes del 5 de mayo, Velloso explicó que “si no se excluyen están accediendo al acuerdo, esto implica que desisten de demandar a Google en los Estados Unidos, pero no pierden la propiedad intelectual pueden negarse a que sus libro: sean digitalizados o visualizado; por Google. Las opciones y pasos a seguir están explicados en www. googlebooksettlement.com. Des pues del acuerdo, la digitalización la posibilidad de visualización parcial y la de comercialización electrónica serán la norma y la opción de excluir sus trabajos corresponderá al autor o a la editorial”.
La propuesta a editores y libreros en la Feria del Libro estuvo centrada en el programa de afiliación, que es un servicio gratuito para incentivar las ventas de libros. Para participar, la editorial tiene que firmar un contrato y determinar cuántos libros va a permitir digitalizar. Google garantiza la seguridad: el contenido de los libros no está en la Red sino almacenado en sus servidores. No permitimos la copia ni la descarga; el editor puede incluir y excluir títulos en cualquier momento.
Con respecto a cómo Google ve a los lectores del futuro Velloso expresó: “No hay un solo tipo de lector, así como no hay un solo tipo de obra. Entendemos por libro su contenido, no el formato papel, por eso hay muchas formas de interactuar con él. Al poder disponer de distintos accesos, el libro gana libertad para ser consumido y comercializado”.
Fuente: Revista Ñ


