Cerca de 90 empleados de Aerolíneas Argentinas no necesitarán el decodificador digital del Gobierno para ver el Mundial en junio. Es que un nutrido grupo de pilotos y azafatas, más cuatro técnicos, ya se prepara para volar durante el evento deportivo.

Según publica este lunes el diario La Nación, los trabajadores de la aerolínea del Estado, van a coincidir en varias canchas en los días comprendidos entre los 19 vuelos que pondrá la línea en esa ruta durante el mes próximo.

En tanto, como algunos de los vuelos vendidos no logran aún llegar al 50% de ocupación (porque muchos pasajes no llevan incluida la entrada a los estadios, algo reservado sólo a las agencias de buena relación con la FIFA), 92 empleados de la empresa ya están buscando alojamiento en Sudáfrica.

En contacto con el programa Diez Puntos, el periodista de La Nación, Francisco Olivera, expresó que  "justo cuando se juega el Mundial la empresa no tiene vuelos todos los días, llega una tripulación y por el régimen de descanso –que no tiene ninguna aerolínea del mundo– se quedan entre tres y cuatro días hasta que llega otro vuelo".

En tanto, mientras otras compañías que no completan los vuelos endosan a los pasajeros en otras empresas, la aerolínea con subsidio del Estado no sólo vuela igual sino que ubica a sus trabajadores en hoteles para que se queden en Sudáfrica durante el Mundial.  "L. venta no viene del todo bien porque algunas agencias venden paquete con entrada y ellos no tienen este beneficio por eso no fue del todo exitosa", analizó Olivera y añadió: "Hay mucha controversia porque son muchos los pilotos y empleados que creen que esa energía debería depositarse en los vuelos regulares".

Según el informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) para el primer trimestre del año, Aerolíneas Argentinas gasta 175 mil pesos de subsidios del Estado cada 60 minutos y en 2009, fue la única compañía aérea de la región que registró pérdidas. Con lo cual los preparativos para el Mundial son una extravangancia más en la lista de gastos insólitos.