Los cuentos de Hebe Uhart tienen esa simpleza que a veces sólo se logra encontrar en el lenguaje oral. Y el detalle no es menor ni azaroso. La mayoría de las narraciones de su libro "Relatos reunidos" provienen de aquellos cuentos que se oían en su casa durante la infancia. "Mi mamá era una gran contadora oral de cuentos. Muchos de los del libro "Mudanzas" los tengo por referencia oral. Son casi una transcripción de lo que se contaba en casa", dice Hebe que nació en Moreno, provincia de Buenos Aires, en 1936.

Es así que la historia del pueblo, la de los que llegaban y la de los que se iban se tejía en la mesa misma de su hogar con palabras. Y para una niña, curiosa como Hebe, el hábito era más que interesante y practicarlo casi un vicio. "No todos en la familia transmitían la información así. La rama paterna era más austera para contar, eran reservados. En cambio mi mamá, que era descendiente de italianos, era expansiva. Los italianos no se privan de la palabra. La palabra para ellos es libre", reflexiona la autora en contacto con Rosario3.com.

Publicado por Alfaguara, "Relatos reunidos" compila cuentos y novelas cortas publicadas por Uhart en libros como "La gente de la casa rosa", "El budín esponjoso", "La luz de un nuevo día", "Guiando la hiedra" y "Del cielo a casa", que la consagraron como una de las grandes narradoras de la literatura argentina.

Con ciertas reminiscencias de Clarice lispector y Felisberto Hernández –al que reconoce como influencia– los relatos de Uhart, echan mano al humor y a una especie de mirada al sesgo, casi al bies, que le permite observar y al mismo tiempo observarse. Como en el caso de "Guiando la hiedra" donde la escritura comienza a través del movimiento de las plantas en el jardín de su propia casa y pasa por los devaneos a lo largo de toda una vida.

"Ese relato surge del trabajo de las plantas pero también de un contexto de dos grandes dolores. Es el renacer junto con una etapa de cambio de edad y salió eso. Porque una virtud que tiene el jardín es que te permite reconciliarte con vos misma, te vas entendiendo. Es como un pretexto para sentirte mejor, más integrada a lo real", sostiene.

En la contratapa del libro de Hebe Uhart hay opiniones y elogios de Ricardo Piglia, Haroldo Conti, Elvio Galdolfo y Fogwill. Este último escribe: “Hebe Uhart es la mayor cuentista argentina contemporánea. Deje "La", pero debí decir que sus cuentos, como los de Silvina Ocampo y Sara Gallardo, están entre los mejores de la literatura argentina”.

"No hay que olvidar que Fogwill estaba un poquito loco", dice Hebe entre risas.