Una fiesta de cumpleaños en el pueblo de Haren, Holanda, terminó con incidentes y detenidos. La agasajada, una joven de 16 años, se equivocó a mandar por Fcebook la correspondiente invitación que llegó a miles de personas. Las autoridades intentaron evitar la llegada de los invitados aunque no lo lograron.

A la localidad acudieron en la noche del viernes entre 3 mil y 4 mil jóvenes en respuesta a la invitación. La concentración acabó en enfrentamientos entre la policía y los jóvenes, que tiraron bicicletas, botellas, piedras y petardos, a lo que las fuerzas policiales respondieron con gases lacrimógenos y bombas de humo.

Sobre las 3 de la madrugada hora local (01.00 GMT) la policía consiguió reducir a los jóvenes, que además ocasionaron destrozos en casas, desvalijaron un supermercado y destruyeron señales de tráfico y postes de la luz.
El Ayuntamiento de Haren (una localidad de unos 18.000 habitantes) invitó a través de su página de internet a los vecinos a que presenten denuncias y entreguen a la policía fotografías o vídeos para poder reclamar responsabilidades a los autores de los destrozos.

Según lo informado a través de la agencia EFE, las autoridades del pueblo intentaron terminar con el asunto. "Hoy no hay ninguna fiesta en Haren", advirtió el Ayuntamiento de la localidad de 18.000 habitantes en su página de Internet.

Methe, la adolescente que quería celebrar su "Dulce 16 Cumpleaños" con unos pocos amigos y su familia, debió salir de su casa acompañada de su madre y su domicilio fue cercado de policías, que buscaban evitar que la vivienda pueda ser ocupada por los alrededor de 10.000 jóvenes.

La joven se dio cuenta esta semana de que su invitación, en la que había puesto su dirección y todos los datos para dar con la casa, había sido enviada por equivocación a miles de usuarios Facebook, que a su vez hicieron del evento un acontecimiento de la red social, animando a desconocidos a acudir a la celebración.

"Cuando mi hija me explicó lo que estaba pasando, tardé en darme cuenta de su relevancia, pero enseguida avisamos a las autoridades", declaró el padre de la adolescente en la radio pública Radio1, donde hizo un llamamiento a los padres a que "tengan a sus hijos en casa, para evitar que esto acabe mal". A pesar de que la invitación y la fiesta fueron anuladas, el proceso se hizo incontrolable.