Según un trabajo realizado por las consultoras IBOPE Inteligência y Troiano sobre qué elemento se llevarían a una isla desierta, el 47% de los jóvenes eligió a la computadora, mientras que un 17% se inclinó por un teléfono móvil. Esta investigación buscó indagar, a partir de un caso hipotético, cuáles son los objetos más deseados por los adolescentes.

Esto permitió establecer una radiografía de actitudes grupales, ya que describe sus gustos y actividades, y pondera el tiempo y la atención que le dedican a cada uno de ellos, datos clave al momento de buscar cómo llamar su atención, dónde ubicarlos, por qué canales hacerles llegar mensajes y comunicaciones de manera más eficiente y determinar en qué medios depositan su confianza.

La encuesta se realizó vía web y se enfocó hacia todos los niveles socioeconómicos, para tener así una amplia referencia. Asimismo, la investigación reveló que navegar por Internet es la actividad a la que los chicos argentinos de entre 14 y 19 años le destinan más tiempo (casi 4 horas por día), superada sólo por las siete horas de descanso diarias, un promedio bajo, que tal vez explique la gran cantidad de tiempo dedicado a la web.

Si al uso de la PC se le suma el tiempo que destinan a escuchar música y ver televisión (2,5 y 2,4 horas diarias promedio), los jóvenes viven varias horas en contacto con los diversos medios y lo digital ocupa un lugar muy importante. Este contexto responde al crecimiento exponencial de las redes sociales en las que es posible agendar eventos, agruparse según afinidad con personas de países remotos y culturas diferentes e interactuar con pares de manera asidua.

Al momento de asignar un valor a los medios digitales, los adolescentes aseguran que le prestan más atención a Internet en general (41%), luego a los portales (22%) y, finalmente, a los sites sociales (19%).

Finalmente, un dato curioso: la atención que le ofrecen a la TV abierta es sólo de un 16 %, versus al SMS, que alcanza un avanzado 14%. Hay que tener en cuenta que muchos lo realizan como actividad curricular en sus respectivas escuelas.

Fuente: Educared