Dos representantes legales de Google de Italia han sido inscritos en el registro de investigados por concurso en difamación agravada, por la difusión en ese buscador internet de un video grabado por unos escolares en el que maltrataban a un compañero autista.

El responsable de relaciones públicas de Google Italia, Stefano Hesse, señaló en una entrevista con el diario La Reppublica que la empresa está dispuesta a colaborar con todos y que siente lo sucedido.

El fiscal de Milán Francesco Cajani, investiga el caso en el que unos escolares de Turín grabaron con un teléfono móvil como pegaban a un compañero autista, que había defecado en clase, tras lo que descargaron las imágenes en la sección de "vídeos divertidos" de Google y se convirtió en uno de los más vistos, hasta que se retiró dos días después.

La Justicia decidió inscribir en el registro de investigados a dos representantes de Google Italia, basándose en un artículo del Código Penal, según el cual, "no impedir un hecho, que existe la obligación jurídica de prevenir, equivale a causarlo".

Hesse reconoció que el video en cuestión "era evidentemente contrario a nuestra política" y, se retiró "inmediatamente" en cuanto se les percató de su existencia.

Los videos publicados por los usuarios "van a la red automáticamente, no hay ningún filtro editorial preventivo por parte nuestra. Lo que hacemos es retirar los contenidos ilegales cuando nos damos cuenta", explicó.

El responsable de Google de Italia dijo que la empresa está experimentado tecnologías capaces de localizar de forma automática los contenidos ilegales, "pero no es una cosa fácil".

La Guardia de Finanzas realizó anoche un registró en la sede administrativa de Google Italia, en Milán, para buscar documentos que permitieran localizar a los dos representantes legales de la empresa, ambos de nacionalidad estadounidense.

Expulsados durante un año
Los cuatro escolares responsables del video, que fue grabado dentro de clase, son investigados por la Fiscalía de Turín por violencia privada y han sido suspendidos durante un año del instituto al que concurrían.

La acusación de difamación surge porque uno de los adolescentes que aparecen en el video pronuncia frases ofensivas contra la asociación Vividown, para la investigación científica y la tutela de personas con síndrome de Down, que presentó una denuncia.

El abogado de Vividown, Guido Camera, consideró que la decisión del fiscal encargado de las investigaciones preliminares es "un paso adelante muy importante para contribuir a dar claridad al mundo de internet".