Florencia Macia

Habla de paz, amor, felicidad. De vivir el presente y cambiarse a sí mismo, para entonces encontrarse con los demás. Son muchos los latinoamericanos que la consideran su "maestra espiritual". Isha, "gurú cool" de famosos como Graciela Borges y Osvaldo Laport, tiene una biografía de película.

A los cinco días de nacida, fue abandonada y luego adoptada por una familia acomodada de Melbourne, Australia. En su juventud, su vida transcurrió sin grandes sobresaltos, entre la equitación y la música. Pero, a los 28 años, la vida de Jennifer Lee Duprei (tal su nombre real) giró drásticamente: murió el que era su novio y además otros miembros de su familia. Comenzó a irle mal en el trabajo. Se refugió entonces en una adicción: el alcohol. Tras tocar fondo, comenzó una búsqueda espiritual que la "iluminó" y la llevó a convertirse con el tiempo en la maestra que en la actualidad muchos admiran.

Hoy Isha, como la conocen todos, forma maestros y viaja por el mundo para llevar a quien la escuche su filosofía de vida. Es la creadora de un sistema espiritual que bautizó como “la revolución de la conciencia”. Miles de seguidores la consideran su mentora y no le pierden pisada: compran cada uno de los libros que edita, como La revolución del amor, que propone tomar las pérdidas como aprendizajes, entre otras cosas. 

Precisamente, Isha estuvo en Buenos Aires en estos días para presentar esa obra en la Feria del Libro. Y se hizo espacio en su agenda para charlar con Rosario3.com.

–¿De qué trata tu libro?

–Se trata de todas esas experiencias que posiblemente pueden sucederle a un ser humano y, en última instancia, el amor siempre gana por sobre todas las cosas. Para mí, la solución a la vida es aprender a amarse a uno mismo y, una vez que encuentras eso, puedes dar ese amor a todos. El amor es la base sobre la que tenemos que construir.

–¿Quién era Isha antes de llegar a esa libertad espiritual absoluta, considerable sólo para monjes y místicos…?

–En El amor sobre todas las cosas está mi historia de vida. Yo soy una mujer normal y moderna. Siempre fui muy exitosa. Logré todo lo que quería en mi vida. Pero me di cuenta que siempre había miedo en mí, había desilusión. Pensaba que mi felicidad estaba en un momento futuro. Y eso no quiere decir que no experimenté cosas hermosas pero siempre me faltaba algo. Había un anhelo. Nunca podía llenar ese vacío. Después de muchísimos años de sufrimiento me di cuenta que aquello que estaba buscando en realidad estaba en lo interno y de ahí viene mi sistema, de esa búsqueda, de poder encontrarme a mí misma.

–¿En qué puede beneficiar tu sistema a aquellos que lo practiquen?

–El sistema, en realidad, es para todos. Es muy simple y muy poderoso. Lo que logra es cultivar una experiencia interior de amor incondicional. Significa paz y dicha. Significa estar en el momento presente. Es algo que teníamos cuando éramos niños y que hemos perdido. Por eso nos sentimos inseguros, sentimos que no somos lo suficientemente buenos, no nos amamos incondicionalmente, ni tampoco nos sentimos libres de ser nosotros mismos. Estamos siempre cambiando para recibir el amor en lo externo. A veces lo buscamos en nuestras adicciones, en lugares muy extraños. Pero una vez que lo encontramos internamente podemos comenzar a cambiar nuestras vidas y dejar ir esos lugares donde hay miedo y limitaciones. Podemos dejar la baja autoestima eliminando todo nuestro estress, nuestras emociones reprimidas y todo lo que nos impide brillar. Son una serie de herramientas que tú incorporas en tu vida y todo comienza a cambiar rápidamente

–¿Es el camino a la felicidad?

–¡Claro! Es eso y más también. Porque, en realidad, tú eres esa felicidad. Esa dicha. Es el camino para poder vaciarse. Porque cuando retornas a tu esencia verdadera tú eres todas esas cosas… la paz. Eres feliz porque sí… feliz por todas las razones… feliz dentro de esta dualidad.

–¿Cuál es el sentido de la vida?

–¿Que tal si no tuviera ningún sentido? ¿Qué tal si ya fueras aquello que estás buscando, que tal si esto fuera solo para jugar y para experimentarte a ti misma en un millón de formas diferentes? ¿Qué tal si fuera para crear, para simplemente disfrutar de esta ilusión y compartir amor y ser ese amor? ¿Qué tal si sólo fuera para eso? ¿Qué tal si no fuera una cosa tan seria? Creemos que debemos estudiar, graduarnos, trabajar duro… Que tal si cada momento pudiera ser una expresión de ti conociéndote a ti misma y dándole eso a todo.

–¿Tenemos una sola oportunidad?

–Yo hablo solo de este momento, de esta vida, no voy hablar de futuros ni de pasados, porque la única cosa que es real es este momento aquí y ahora. Si yo tomo responsabilidad por mi propia felicidad y cada uno lo hace en este momento y en cada momento la vida cambiaria drásticamente.

–¿Hubo una experiencia puntual que te llevara a descubrir todo esto?

–Sí. Cuando yo tenía veintiocho años perdí absolutamente todo. Todo de verdad. Todo mi dinero, mi carrera, seis personas de mi familia. Me quedé sin nada. Sin seguridad en lo externo. La única persona que me quedaba era mi madre y había tenido un derrame cerebral. No tenía de donde aferrarme. Me sentía ahogada, sin poder asomar la nariz por encima del agua. Sin embargo, fue el mejor año de mi vida. En ese momento me di cuenta de que yo no era mis cosas. Pensaba que era la hija de mi padre, la novia de mi novio, pensé que era mis éxitos, mi dinero… y cuando todo eso se había ido, fue ahí cuando empecé a cambiar. Comencé a tocar ese espacio interno de conciencia y a crear más balance en mi vida. Ocho años más tarde tuve una expansión de conciencia enorme, fui hacia adentro, y me conecté para poder llegar a tener esta experiencia que tengo hoy.

–¿Qué pensás del mundo en el que vivimos, de la violencia?

–Cada uno tiene que cambiarse a sí mismo. Yo viajo por todo el mundo y hablo sobre la paz mundial. Es la responsabilidad de cada ser humano. No podemos cambiar a los demás, podemos cambiar nosotros, y así vamos a elevar la conciencia del mundo. Siempre ha habido violencia, pero cada uno tiene que ser el amor, yo tengo que ser el amor porque esa es mi esencia más elevada, elijo ser la grandeza de quien soy en cada momento. Cuando una persona se realiza afecta a su alrededor. El amor es una vibración sumamente rápida y una vez que lo elijes todo cambia muy rápidamente. El miedo es una energía muy lenta, que vuelve y sigue creando siempre las mismas cosas. Todos están hablando de espiritualidad a pesar de seguir con sus dramas, todo es mucho más abierto ahora. Es increíble la gente que está enfocada en cambiar.

–¿Cómo se puede entender esa unicidad que vos experimentas?

–No se trata de entenderlo siquiera. Se trata de utilizar cada situación en la vida para evolucionar. Y no se puede entender eso. Pero si se puede sentir y mover esa emoción para ser libres. Luego el reflejo externo cambia. Yo le digo a las personas que es super importante dejar ir los resentimientos, sentir el amor dentro de cada aspecto de la vida, tiene que ser real, no se trata de fingir el perdón. Poder ver que yo soy responsable por todo. Si yo me puedo enfocar en el punto más elevado y transformarme en esa persona e ir más allá y trascender… eso es un regalo. Un creador abraza, evoluciona y se transforma en más amor. Eso es lo que yo tuve que hacer y ustedes también.