Israel ha lanzado en la madrugada de este sábado una intensa ofensiva terrestre que ha acercado los combates hasta el río Litani, en el Líbano, pese a la aprobación en las últimas horas de una resolución de la ONU que insta el alto el fuego.

 

A pesar de la adopción por unanimidad anoche de una resolución del Consejo de Seguridad que insta al alto el fuego entre las partes, el gobierno israelí ha intensificado su ofensiva militar con el despliegue de nuevas tropas, que combatían en las cercanías del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera.

 

Los ataques, en respuesta a una veintena de misiles que disparó Hezbolá hacia territortio israelí, dejaron ocho persoans muertas.

 

El corresponsal de Al Yazira en Tiro indicó que en la localidad reinaba la tranquilidad e informó que los principales enfrentamientos se concentraban en un sector localizado entre Qantara y Ganzuriyeh.

 

Pese a que el gobierno de Tel Aviv ha considerado satisfactoria la citada resolución, que someterá a votación este domingo en el consejo semanal del gabinete, sus tropas han continuado los combates, en los que según una portavoz militar israelí murieron más de 10 milicianos libaneses y un reservista israelí.

 

La citada portavoz añadió que cinco soldados israelíes resultaron heridos, uno de ellos grave.

 

Por su parte, Hezbolá reconoció, a través de su órgano televisivo Al Manar, que había intensos combates entre sus milicianos y el Ejército israelí, en las cercanías del río Litani, donde aseguró haber destruido al menos cuatro carros de combate enemigos.

 

Un corresponsal de Al Manar señaló desde la zona de Saf al Hawa que los combatientes de la resistencia islámica intentaron atajar el avance de una columna y al parecer frustraron la incursión tras destruir por completo dos carros de combate mediante granadas anticarro.

 

El citado corresponsal aseguró que esos enfrentamientos no suponen que el ejército israelí controle la zona, pues afirmó que penetran por áreas despobladas pero las aldeas siguen estando en manos de los milicianos chiíes.

 

Desde Israel, un mando militar no identificado citado por la radió pública, dijo que las fuerzas armadas israelíes esperan alcanzar "en los próximos días" los objetivos fijados por el gobierno del primer ministro, Ehud Olmert.

 

Fuentes gubernamentales, que tampoco fueron identificadas por la emisora, indicaron que aunque el tiempo a disposición de las fuerzas armadas es corto, las tropas lograrán instalarse y tomar el control en las zonas del sur de Líbano desde donde Hezbolá dispara sus cohetes y misiles contra el norte de Israel.

 

El coronel Alón Fridman, jefe de operaciones en el Comando Militar del Norte de Israel, declaró en la radio pública que desmantelar la infraestructura de combate de Hezbolá entre el río y la frontera con Israel puede llevar semanas.

 

La aviación israelí atacó Rachaf, a unos 15 kilómetros al norte de la frontera con Israel y cerca de la ciudad de Tiro, donde causó la muerte de quince civiles, según fuentes policiales libanesas citadas por Al Yazira.

 

En la ciudad de Sidón, la tercera del país y que acoge a más de 100 mil refugiados huidos del sur del país, también fue bombardeada por la aviación israelí, que concentró sus ataques en la central eléctrica de la ciudad.

 

La televisión libanesa informó que tres personas habían muerto en los bombardeos, aunque se desconoce si son trabajadores de la planta o transeúntes.

 

Mientras los gobernantes de las principales potencias mundiales saludaban el llamamiento al alto el fuego de la ONU, el alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, dijo en Beirut que cree que la aplicación de la resolución 1.701 aprobada ayer "es cuestión de días".

 

Fuente: EFE