"Merce, si lo ves al Guille que se me esconde avisale que me tiene que pagar". Ese mensaje figura en el buzón de salida de uno de los teléfonos de Martín "Fantasma" Paz a las 20.51 del 1 de septiembre de 2012, siete días antes de ser acribillado a balazos. La destinataria era su hermana, que en ese momento era pareja de Claudio Ariel "Pájaro" Cantero. De los días anteriores a su muerte se desprenden otras conversaciones en las que advierte sobre un supuesto cargamento de cocaína que venía a Rosario y que fue incautado por Gendarmería el 5 de septiembre. Los datos trascienden de las pericias realizadas a sus tres celulares hallados dentro de su BMW blanco donde fue asesinado.

En la cuarta jornada del juicio a la banda conocida como Los Monos se aguardaba en primer lugar la presencia de la viuda del Fantasma Paz, quien el pasado viernes presentó un escrito en el que expresó motivos de salud mental que dificultaban su presencia este lunes. Por ese motivo, se llamó desde el tribunal a la segunda persona citada para brindar declaración testimonial: el policía Pablo Orellano, el primero en llegar a la escena del crimen aquel 8 de septiembre de 2012 en la intersección de Corrientes y 27 de Febrero.

Orellano trabajaba como sumariante en la comisaría 5ª cuando ocurrió la violenta ejecución de Fantasma. "Dentro del auto había celulares: dos tipo Nextel y otro con tapita, que tenía la particularidad de estar marcado por un proyectil. También había varios objetos. Se encontró un DNI, un cheque y dinero. Era caótica la situación. El auto también había chocado a otros que estaban estacionados", comentó.

"Fue el primer homicidio doloso en el que me tocó trabajar. Por eso algunas cosas las recuerdo bien. Por el modus operandi y testimonios tomados, todo aparentaba un ajuste de cuentas. Dimos aviso al juez y fiscal en turno y a la superioridad. Vino el juez de Instrucción N° 4 (Juan Carlos) Vienna. Fueron familiares de Paz. Fue el padre, a quien no se le tomó declaración en ese momento. Se le entregó el DNI (del hijo) para hacer trámites. La tarjeta verde del auto estaba a nombre de otra persona, quien fue citada. Nos dijo que había vendido ese vehículo hacía 10 o 15 días atrás. El auto estuvo 35 días aproximadamente en la comisaría", relató el uniformado.

Al policía se le exhibieron tres teléfonos celulares que estaban resguardados dentro de una bolsa. "Sí. Son estos", afirmó Orellano. Los tres aparatos son negros. Dos, efectivamente, eran idénticos y pertenecerían a la empresa de telefonía Nextel. El otro era un LG negro con tapita. En la parte trasera, donde se coloca la batería, tenía registrado nada menos que un impacto de bala, aparentemente, calibre 9 milímetros.

"La hipótesis que llevamos (al juez Vienna) era que Martín Paz fue ejecutado con características mafiosas, a modo sicariato, por una deuda impaga. Y que fue usada (para el crimen) una persona de apellido González", aseguró Cristian Romero, ex titular de la División Judiciales de la Policía, quien fue el segundo citado a declarar en el juicio.

En relación a los tres celulares que pudieron ver todos las partes presentes en la sala, el policía que se encargó de hacer las pericias a esos dispositivos fue el tercero en brindar su testimonio. Explicó que, en primer lugar, se limitó a realizar lo solicitado por la Justicia, que se basaba en trascribir mensajes de texto, llamadas y la agenda de contactos.

Uno de los Nextel de Fantasma no funcionaba, por lo que la pericia se hizo en el SIM. En tanto, en el LG se detectaron 11 contactos telefónicos y algunos mensajes, mientras que en el otro Nextel se registraron más de cuatro páginas y media de contactos en la agenda, entre ellos "Chavo", "Monchi", "Cuello", "Diego Tarta" y "Fleitas".

Del teléfono LG se pudieron transcribir mensajes como el que figura en el buzón de salida el 5 de septiembre de 2012 a las 18.18. "Buscá en la compu: tribu de salta partes policiales". A ese mensaje se le sumaron otros como: "¿Lo viste al diario que te dije? Salió todo"; "Se pudrió todo con los bichos verdes". Se puede deducir que esas conversaciones correspondían a un cargamento de entre 80 y 100 kilos de cocaína que fue incautado por Gendarmería en Salta y que tenían como destino a la ciudad de Rosario, según describió el subjefe de la División Judiciales, Luis Quebertoque, último en declarar este lunes. Ese secuestro quedó reflejado en el sitio web El Tribuno de Salta.

El cargamento de droga, según publicó el libro Los Monos de los periodistas Hernán Lascano y Germán de los Santos, fue una operación hecha por Paz sin el visto bueno de la presunta organización. El dinero, aparentemente, era para comprar vehículos mientras que el Fantasma se "cortó" para usarlo en una gran cantidad de cocaína. Dicho motivo, que originaría una deuda con Los Monos, habría sido el móvil del crimen del 8 de septiembre de 2012.

"Merce, si lo ves al Guille que se me esconde avisale que me tiene que pagar", es el mensaje que figura a las 20.51 del 1 de septiembre en el buzón de salida de uno de los Nextel de Paz. En otros mensajes se pudo conocer que la persona que fue acribillada a balazos el 8 de septiembre "necesitaba" un dinero. También que tenía comunicación frecuente con un contacto agendado con el nombre "Diego", que se presume según el testimonio de Quebertoque, que es Diego Cuello, a quien le hicieron el famoso procedimiento llamado Narcochacra de Alvear.



Cómo se creó la División Judiciales

Según expresó Cristian Romero, fue el por entonces jefe de la Policía Omar Odriozola quien decidió conformar una unidad entre marzo y abril de 2013 que se dedicara a investigar homicidios resonantes y hechos de violencia urbana. "Los homicidios habían trepado mucho en 2012", añadió.

La División Judiciales –explicó– estaba conformada por tres secciones: Investigaciones, Homicidios y la Brigada de Judiciales. Ésta última era comandada por Raúl Saccone, cuyo subjefe era Luis Quebertoque.

Romero señaló que los pedidos de intervenciones telefónicas a Vienna en el marco de la investigación fueron hechos el 22 de abril de 2013. Las líneas apuntadas eran las de Ramón Machuca, alias Monchi Cantero; Milton César y Claudio Ariel Cantero. Dicha elevación al magistrado describía una operación llamada "Sicarios", donde se sospechaba que había una organización dedicada a cometer atentados, homicidios, daños y que vendía protección a otras bandas. El grupo apuntado era la familia Cantero.

Luis Medina y el country de Pilar

El abogado Carlos Varela, a la hora de hacer el contra examen a Cristian Romero, consultó sobre el procedimiento que hizo la Brigada de División Judiciales en un country de Pilar, donde había una casa de Luis Medina, narco que había sido asesinado a balazos días atrás cuando circulaba en su auto con su novia. Dicho acto fue realizado sin orden judicial, lo que generó que el personal haya quedado demorado en Buenos Aires.

"No fue un procedimiento. Fue sólo una verificación de domicilio, sin orden judicial, como se hace millones de veces. Se fue a corroborar información de calle", aseveró.

Las reproducciones de las primeras escuchas

"Al ministro lo cascotean. Saccone está en reuniones con fiscales por el nuevo procedimiento (se presume, nuevo Código Procesal Penal). Vamos a seguir con Vienna en el viejo sistema. Mientras tanto veremos qué pasa", indicó Romero al por entonces coordinador de la Brigada, Ariel Lotito. El audio fue solicitado por el letrado Fausto Yrure con la intención de exhibir una supuesta connivencia entre esa fuerza de seguridad y el juez de Instrucción.