La XXIII edición de la Fiesta Nacional de las Colectividades tenía este domingo un cierre a la altura del trascendental evento, en un día en que, si bien el mal tiempo amenazó durante toda la jornada, mucha gente se acercó a recorrer los diferentes stands para disfrutar de las comidas típicas y de los espectáculos musicales que los representantes de cada país exponían en el escenario mayor desde la tarde. Hubo una asistencia de un poco más de 300 mil personas, Y el festejo cerró con la elección de Gretel Adela Hosenen, de 18 años, como reina. La representante de la Asociación Valesana (colectividad suiza) estuvo acompañada por la primera princesa, Naiara Verdún, de 18 años, de la colectividad iraní y por la segunda Ayelén Peña, 22, de la Sociedad Libanesa.
Según los organizadores, en el último día se dio cita en el Parque a la Bandera “mucha más gente que en la ceremonia inaugural” (más de 25 mil personas), por lo que el Encuentro terminaba con un total aproximado de 350 mil visitas.
“Hasta el sábado inclusive eran unas 300 mil personas las que calculamos, y hoy (por el domingo) hay muchísima gente, más que la primera noche”, relató a Rosario3.com la presidenta de la Asociación de Colectividades de Rosario, Lidia Del Grosso.
La continuidad de las actividades estuvo en duda por la lluvia y el granizo de este domingo, pero pasadas las 16 comenzaron a desarrollarse con normalidad con diferentes bailes en el escenario mayor, mientras los responsables de la feria estaban en permanente contacto con Defensa Civil y el Servicio Meteorológico para ir evaluando la evolución del tiempo.
“Por suerte se despejó y entonces la gente se animó a venir”, agregó Del Grosso, que de todas formas reconoció que hubo “una merma de gente porque el tiempo nos jugó una mala pasada”, en relación a la ola de frío de los primeros días de la Fiesta y de la lluvia de este fin de semana.
Además, la organizadora remarcó que fue “una fiesta prolija” y destacó al stand argentino: “Siempre fue muy criticado y este año estuvo muy bien”, consideró en la previa del acto de clausura, que tenía programado, como cada año, la elección de la reina de las Colectividades, fuegos artificiales y más espectáculos musicales.
La nueva edición de la tradicional fiesta rosarina contó con dos elementos que, según los organizadores, la diferencian de las años anteriores: más cultura en los puestos y apertura de los stands el domingo al mediodía. "Estuvo un poco flojo, el martes por ejemplo no hubo mucha convocatoria pero sin embargo el último sábado a pesar de la tormenta la gente se acercó normalmente", dijo Del Grosso en diálogo con este medio.
Sin embargo, a pesar de que el público mermó respecto de años anteriores, la presidenta la asociación remarcó que el trabajo de los stands fue intenso. "Las carpas trabajaron bien y todos los que pasaron por la fiesta no se fueron sin degustar los platos típicos de cada región", apuntó.
Pese a que el festejo popular es altamente conocido por sus sabores gastronómicos este año el evento contó con un plus muy particular: la cultura. Si la fiesta de las colectividades fue cuestionada por años a causa del despliegue de platos y la escasez de información de cada cultura, esta vez la apuesta en esta oportunidad fue sumar.
"Hubo muchos stands renovados que en esta ocasión incluyeron muestras de pintura, exposiciones de trajes típicos, de objetos de países del origen de cada región, artesanías entre otros", dijo Del Groso. Y abundó: "Lo importante es que muchos se esmeraron por renovar cada stand y aunque la comida tiene un encanto especial, colectividades como la de Catalunya, Eslovenia, Polonia, Croacia, Andalucía, Asturias y el Centro Navarro mostraron lo suyo y se lucieron brindando mucha información a los visitantes".
Según los organizadores, en el último día se dio cita en el Parque a la Bandera “mucha más gente que en la ceremonia inaugural” (más de 25 mil personas), por lo que el Encuentro terminaba con un total aproximado de 350 mil visitas.
“Hasta el sábado inclusive eran unas 300 mil personas las que calculamos, y hoy (por el domingo) hay muchísima gente, más que la primera noche”, relató a Rosario3.com la presidenta de la Asociación de Colectividades de Rosario, Lidia Del Grosso.
La continuidad de las actividades estuvo en duda por la lluvia y el granizo de este domingo, pero pasadas las 16 comenzaron a desarrollarse con normalidad con diferentes bailes en el escenario mayor, mientras los responsables de la feria estaban en permanente contacto con Defensa Civil y el Servicio Meteorológico para ir evaluando la evolución del tiempo.
“Por suerte se despejó y entonces la gente se animó a venir”, agregó Del Grosso, que de todas formas reconoció que hubo “una merma de gente porque el tiempo nos jugó una mala pasada”, en relación a la ola de frío de los primeros días de la Fiesta y de la lluvia de este fin de semana.
Además, la organizadora remarcó que fue “una fiesta prolija” y destacó al stand argentino: “Siempre fue muy criticado y este año estuvo muy bien”, consideró en la previa del acto de clausura, que tenía programado, como cada año, la elección de la reina de las Colectividades, fuegos artificiales y más espectáculos musicales.
La nueva edición de la tradicional fiesta rosarina contó con dos elementos que, según los organizadores, la diferencian de las años anteriores: más cultura en los puestos y apertura de los stands el domingo al mediodía. "Estuvo un poco flojo, el martes por ejemplo no hubo mucha convocatoria pero sin embargo el último sábado a pesar de la tormenta la gente se acercó normalmente", dijo Del Grosso en diálogo con este medio.
Sin embargo, a pesar de que el público mermó respecto de años anteriores, la presidenta la asociación remarcó que el trabajo de los stands fue intenso. "Las carpas trabajaron bien y todos los que pasaron por la fiesta no se fueron sin degustar los platos típicos de cada región", apuntó.
Pese a que el festejo popular es altamente conocido por sus sabores gastronómicos este año el evento contó con un plus muy particular: la cultura. Si la fiesta de las colectividades fue cuestionada por años a causa del despliegue de platos y la escasez de información de cada cultura, esta vez la apuesta en esta oportunidad fue sumar.
"Hubo muchos stands renovados que en esta ocasión incluyeron muestras de pintura, exposiciones de trajes típicos, de objetos de países del origen de cada región, artesanías entre otros", dijo Del Groso. Y abundó: "Lo importante es que muchos se esmeraron por renovar cada stand y aunque la comida tiene un encanto especial, colectividades como la de Catalunya, Eslovenia, Polonia, Croacia, Andalucía, Asturias y el Centro Navarro mostraron lo suyo y se lucieron brindando mucha información a los visitantes".