El lugar común señala que la mayoría de los concursos de belleza tienen un desenlace “peleado”. Nunca más literal que la definición de certamen Miss Gay 2013 que se celebró en Tarapoto, Perú.

Como la decisión final no convenció a todos los presentes, la corona de la reina se convirtió en el trofeo de una guerra que tuvo al escenario como ring.

Todo comenzó porque una de las participante no estuvo de acuerdo. Y lo demostró a los golpes.

Piña va, piña viene, la lucha por el título terminó como había empezado: con la elegida coronándose como Miss Gay San Juan, reseña América Noticias