Creo que debemos tratar de ir mostrando una tendencia a la integridad totalizadora y no disgregante, que suele dar prioridad a las parcialidades. Van surgiendo, con el avance de las ciencias y la tecnología, diferentes definiciones de cada tipo de ética para adecuarla a lo nuevo que surge.

Escuché hace muy pocos días por TV que un filósofo hablaba de ética y economía. Pareciera que la palabra ética se va incorporando, al menos como palabra hasta ahora, a todas las acciones de la vida humana (sería hermoso que la ética en la economía se refiriese a la equidad distributiva de los bienes de la naturaleza y de los que nacen de las energías humanas).

Vendrán las definiciones de esta palabra sacada de las lenguas muertas y si quedan solo en palabras, como todas las abstracciones o los sustantivos que no tienen acción, se podrá transformar ella en otra creación del hombre, que no es un verbo que conlleve una acción posterior. Hasta la podrán usar y definir personajes cuya trayectoria en la vida, no ha tenido ninguna relación con los principios universales de la ética, creando una
dicotomía entre el lenguaje y la acción, lo que genera siempre desconfianza entre las personas, de la cual nace la paranoia social.

Estos hechos son los más vistos en la vida diaria. Entonces creo, pienso, que con decir que la ética es relación humana y no utilitaria con el otro o los otros, la palabra está perfectamente definida. Por supuesto que el otro o
los otros deben recibir de nosotros legitimidad en su forma de pensar, haciendo que esa diversidad haga
posible el enriquecimiento de ambos polos efectores de las comunicaciones humanas y se pueda
conformar algún día, una verdadera Ciencia del Hombre, donde se puedan reconocer las verdaderas
necesidades humanas.

Para ello es imprescindible bajar el nivel del narcisismo individual, que obstruye las posibilidades de ver el pensamiento ajeno que sea enriquecedor. Y por supuesto, que de la sumatoria de estos impedimentos individuales por ese narcisismo, nace la enfermedad social, que opone los grupos a los grupos y los pueblos a los
pueblos. De esta manera, sino tomamos conciencia de ello, podremos seguir inundando el diccionario
solo con sustantivos sin acción. Justicia, Dogmas confesionales; Sindicalismo; Política; Ética, etc. Siendo así, estas hermosas palabras deberán ir con minúscula y dejar las mayúsculas, solo cuando ellas se transformen en verbos seguidos del accionar diario.

Es probable que algún día definamos a la Religión (con mayúscula), como el marco de referencia ética conque se desenvuelve el hombre, de acuerdo al grado de evolución de su condición humana.

Tomando de León Tolstoi, hace ya más de 100 años podemos decir que existe una ambición del poder y
que la ambición no está de acuerdo con el amor, sino con la codicia y con la violencia. Por ello vemos,
que en general, a lo largo de la Historia humana, han sido casi siempre los peores quienes accedieron al
mismo. De acá sacamos, que los fines por los cuales hay una búsqueda patológica del poder, siempre
llevan a la dominación de las personas y al desconocimiento de los derechos del otro o los otros.

Pero la búsqueda del poder no excluye la alternativa de que al mismo se lo busque para brindar interrelaciones humanas obligatoriamente solidarias, las cuales conformarán una sociedad diferente y más vivible


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