La hiperhidrosis palmar, es definida como la sudoración anormal por las manos, sin que se realice ejercicio físico o situación que permita la normalidad de esta condición fisiológica, según publica grupoorono.com.ar.

Las personas que sufren esta afección, tienen dificultades en las diversas actividades cotidianas, saludar con la mano, escribir, en definitiva cualquier actividad  manual se ve seriamente afectada. Las situaciones de stress también juegan un rol importante ya que aumentan aún más la sudoración, generando un círculo vicioso (ansiedad-sudoración-ansiedad)

Es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo en distinta magnitud. Se calcula que aproximadamente entre el 2 y 3 % de la población sufre este trastorno que generalmente comienza en la infancia o adolescencia, existiendo distintos grados de intensidad, desde cuadros leves hasta cuadros severos que llegan al goteo en las manos.

Una cirugía revolucionaria

Desde hace años se conoce la relación entre el sistema nervioso autonómo y la sudoración. El tratamiento quirúrgico mediante la sección del sistema simpático fue realizado con éxito en esta patología, pero la intervención se indicaba en escasas situaciones debido a que el acceso a la cadena nerviosa requería la apertura del tórax y se consideraba un tratamiento demasiado traumático para la solución del problema. A partir de la década del 90, con el surgimiento de la cirugía videotoracoscópica (cirugía mini invasiva) es posible realizar intervenciones quirúrgicas en el tórax sin necesidad de abrirlo y este hecho renovó la posibilidad del tratamiento quirúrgico definitivo  en la hiperhidrosis.

Actualmente, casi la gran mayoría de las afecciones quirúrgicas del tórax pueden ser abordadas con procedimientos mini invasivos, entre ellas la cirugía de la hiperhidrosis.

El procedimiento

La intervención se efectúa con técnica video toracoscópica (VATS)  bajo anestesia general. Se realiza una pequeña incisión en la región axilar de cada lado en las cuales se introduce una endocámara especialmente diseñada para explorar la cavidad torácica. Se identifican los nervios del sistema simpático que llevan los impulsos nerviosos a las glándulas sudoríparas y se seccionan selectivamente en lugares específicos logrando detener la sudoración de manera permanente. Habitualmente no es necesario colocar ningún drenaje y se despierta a los pacientes al término de la cirugía. Entre las 12 y 24 horas del procedimiento se encuentran en condiciones del alta hospitalaria.

El paciente puede retornar a sus actividades a los pocos días de la operación. Para el retorno a las actividades físicas se recomienda esperar entre 10 a 15 días.

En cuanto a los efectos adversos aparece lo que se conoce como sudor compensatorio, es decir, la aparición transitoria de sudor leve en la espalda o en los muslos, lo que es evaluado como un fenómeno leve por la mayoría de los operados comparándolas con las molestias padecidas antes de la intervención.

Durante el postoperatorio puede aparecer una leve molestia local, pero generalmente el paciente recupera rápidamente sus actividades habituales. En cuanto a la cicatriz, queda disimulada debajo del hueco axilar.

Resultados a la vista

Una vez realizada la intervención, el resultado es inmediato, ya que el paciente pasa de estar con las manos mojadas y frías, a tenerlas secas y calientes.

La cirugía es una alternativa válida en el tratamiento de la hiperhidrosis ya que termina con la sudoración de manera definitiva en más del 98 % de los casos.

Más info: www.grupoorono.com.ar