Una foto que da vueltas por las redes sociales llega directo al corazón. Desde que la lluvia incesante dejó a Pergamino bajo el agua –también afectó considerablemente a Santa Fe– se multiplciaron las imágenes del desastre. Sin embargo, ésta, que muestra a un joven que carga en brazos a su abuela, despertó la mayor sensibilidad.
Según informa Minutouno.com, el muchacho que se abre paso entre el agua estancada y sucia que cubrió la ciudad, es Andrés Canale. A la que carga como si fuese una princesa es su abuela, quien tiene 89 años.
Con más de 300 vecinos evacuados, Pergamino sintió con mayor dureza el castigo de la inundación.Andrés es uno de los tantos afectados. Supo de que su abuela estaba en peligro, la rescató y, cuando volvió a la casa en que vivían, minutos después, ya estaba bajo agua. Sólo pudo salvar algo de ropa y dos colchones.
“Lo del lunes fue caótico. Estaba trabajando y me llamó mi mujer. El agua ya estaba en la vereda y yo pensé que iba a aflojar pero no. Mi mujer sacó a los dos nenes y yo a la abuela y la cargué por cinco cuadras. Solo pudimos salvar la ropa y dos colchones. Estamos en el centro de Pergamino y no llegó ningún tipo de ayuda. En otros lugares donde quemaron cubiertas si les llegó rápido la asistencia”, afirmó Canale, de 28 años, en diálogo con Minutouno.com.
“Esa noche la pasamos inundados y a oscuras, sin custodia policial. Habían saqueado supermercados al mediodía. Sólo pasaron unos chicos a las 23 dando comida y agua. No había nada de presencia municipal. Hace un rato se largó a llover otra vez y no hay asistencia de ningún tipo, ni bolsas de arena”, agregó.
Canale trabaja como servicio técnico de una empresa de cables y no pide asistencia tanto para él y su familia sino para sus vecinos de la calle Rocha, entre Castelli y Tres de Febrero, que no llegaron ni a salvar los colchones.
“Yo alcancé a subir dos colchones pero hay vecinos que ni eso salvaron. Se necesita agua mineral y artículos de limpieza, mucho cloro y desinfectante. Hasta ahora no apareció nadie: los funcionarios mandaron mensajes por las redes sociales diciendo que si alguien necesitaba arena que la fuera a buscar a un corralón que queda a unas 20 cuadras. A mi auto lo tapó el agua y ni arena pude ir a buscar”.
“Tenemos que cuidarnos por seguridad. Después de que hablé con un medio, vino un patrullero y se fue. Los delincuentes aprovechan la movida”, continuó.
Por último, reclamó por las obras inconclusas en Pergamino. “En el año 95´, el agua nos llegó al metro ochenta. Todavía tenía muebles que habían sobrevivido a esa época que ahora tuve que tirar. Tengo cosas que voy a tener que cortar al medio y un sillón que tiré, igual que un placard de mi abuela. Los planos de la represa de la Laguna del Pescado, cerca del pueblo Alfonso, ya están aprobados pero nunca llegan los fondos”.



