Hasta ahora eran conocidas por su relevancia clínica como alérgenos alimentarios presentes en frutas y verduras, no por su implicación en la alergia al polen. Sin embargo, un nuevo estudio demuestra por primera vez que un paciente alérgico a alimentos vegetales puede acabar desarrollando una alergia respiratoria mediante reactividad cruzada. 

El trabajo, publicado por la revista ‘Journal of Allergy and Clinical Immunology’, está liderado por Jaime Sánchez, investigador del grupo Immunoalergia Respiratoria Clínica y Experimental del Institut D’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), en España.

Un total de 15 pacientes del Hospital Clínic de Barcelona con alergia al durazno fueron sometidos a una prueba de provocación que consistía en poner directamente en la nariz la proteína de transferencia de lípidos (LTP) del polen. Hasta ahora nadie lo había hecho de forma directa, sino a través de pruebas cutáneas o estudios en laboratorio, con preparados menos específicos y nunca directamente en la nariz.

Los resultados del estudio demuestran cómo una sensibilización a la LTP presente en el polen es capaz de inducir síntomas de alergia respiratoria (asma y rinitis alérgica) en pacientes expuestos a ese polen. 

Tras los resultados obtenidos, Sánchez, del servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clínic de Barcelona, apunta que “en la actualidad disponemos de una inmunoterapia específica para la alergia alimentaria por LTP; estaría pendiente explorar si esa inmunoterapia puede ayudar también a la alergia respiratoria mediada por la misma proteína. De la misma forma, disponer de una inmunoterapia específica para la LTP de estos pólenes, tal vez podría ayudar también en la alergia alimentaria mediada por la misma proteína”.

El polen de gramíneas es la principal causa de la rinitis alérgica y el asma, pero cuando el paciente presenta una alergia alimentaria asociada, el polen de plátano es alguno de los principales responsables.

Sánchez destaca que “una tercera parte de las alergias alimentarias en Europa son debidas a alimentos vegetales. La prevalencia de estas reacciones está aumentando en la última década de forma paralela al incremento de la prevalencia de la rinitis y asma alérgica causadas en su gran mayoría por alergia a pólenes. Este incremento se debe en gran parte a factores medioambientales, de higiene dietética y genéticos”. 

Según Sánchez, “hemos demostrado que las LTP no solo producen alergia alimentaria, sino que también pueden ser responsables de la alergia a algunos pólenes. Esta proteína en pólenes siempre se ha considerado secundaria ya que los pacientes alérgicos normalmente están sensibilizados a varias proteínas”.

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología