El dentífrico no está hecho para ser ingerido, pero además hay que tener mucho cuidado con tragarlo de forma accidental. Un estudio realizado por la Universidad de Massachusetts advierte sobre los peligros que puede traer aparejado el triclosán, uno de sus componentes.

Para comprobar la peligrosidad de este bactericida, utilizado para combatir la gengivitis, los investigadores se lo suministraron por vía oral a un grupo de ratones. Al llegar al intestino de los roedores, descubrieron que el triclosán afectó a su flora intestinal, matando las bifidobacterias.

El resultado fue que los ratones sanos experimentaron síntomas de inflamación intestinal leve, con colitis y diarrea. Los que ya tenían problemas intestinales previos, agravaron sus síntomas. Y, lo más preocupante de todo, aquellos que tenía cáncer de colon, aceleraron el crecimiento de sus tumores, según consignó el sitio Quo.

Los autores aclararon que la dosis de triclosán ingerida por los ratones no tendría semejantes efectos en el ser humano porque sería demasiado baja para nuestro organismo. Sin embargo se desconoce qué ocurriría si se ingiere en grandes cantidades.

Además señalaron que aunque no nos traguemos la pasta de dientes, nuestro organismo puede absorber triclosán a través de la mucosa bucal. De hecho, análisis realizados en Estados Unidos revelaron muestras de esta sustancia en el 75% de los voluntarios que participaron en una serie de pruebas.