El aumento del Monotributo pasó de largo por la Cámara de Diputados. El bloque oficialista consiguió sancionar el proyecto impulsado por la AFIP casi sin modificaciones y se espera que el Senado lo convierta en ley sin mayores  obstáculos.

El oficialismo juntó 114 votos contra 49 en contra. Antes, había accedido a eliminar la categoría mínima –de cero a mil pesos de facturación mensual-, pero el resto del plan impulsado por el recaudador del gobierno, Ricardo Echegaray, pasó sin cambios. Este reclamo había surgido de los aliados de centroizquierda y desde la oposición más dura –excepto el PRO, en disidencia-, que pese a la marcha atrás votó en contra.

Así, los aumentos en los aportes serán de hasta un 85 por ciento, pasando la categoría mínima a 213 pesos por mes y la más alta alcanzará los $2.880. Actualmente, los monotributistas cancelan un pago mensual que va desde los $115 a $587. Con el nuevo nivel de facturación, estiman que a los actuales aportantes se sumarían unas 400 mil personas o pequeños comercios e industrias.

En la presentación del plan, Echegaray dijo “el componente impositivo de las categorías existentes no será modificado”. Y especificó que el destino de lo recaudado se distribuye un 70 % para la Anses y el 30 % corresponde a las jurisdicciones provinciales y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de forma diaria y automática.

Frente a la polémica, Echegaray había negado que el plan sea con “fines recaudatorios”, aunque allí puede haber una contradicción. Si bien en la categoría mínima –por citar el caso- de los $213 unos $110 irán al aporte jubilatorio que recauda la Anses, es esa la caja de la que se nutre la Casa Rosada para financiar sus principales proyectos, como el plan de asignación por hijo o, anteriormente, los estímulos al consumo. Hasta ahora, sólo $35 de los monotributistas de la categoría menor iban a la Anses, lo que representa un aumento superior al 300 por ciento.

En cuanto al resto del aumento –siempre tomando como ejemplo la categoría mínima- el aporte para las obras sociales se elevará de 46,75 a 70 pesos, lo que se traduce en un gesto oficial hacia la CGT de Hugo Moyano y una respuesta al reclamo de los gremios que las manejan.

Cuando explicó días atrás este punto, el jefe de la AFIP, Echegaray, aventuró que los monotributistas “usan más la obra social que los trabajadores regulares”, porque “dependen de su buena salud para seguir trabajando y percibiendo ingresos”.

El nuevo esquema también crea siete nuevas categorías (de la “F” a la “L”) que parten de los 96.000 pesos anuales en el caso de la primera (F) y llegarán hasta los 300.000 pesos en el caso de la segunda (L).