Los niveles de vitamina D desempeñan un papel crucial en la respuesta del sistema de inmunidad de los humanos a las infecciones con la bacteria de la tuberculosis, según un estudio que publica la revista “Science Translational Medicine”.
La tuberculosis es una enfermedad pulmonar, que puede ser fatal, y que causa la muerte de aproximadamente 1,8 millones de personas cada año en todo el mundo.
La vitamina D, señala el artículo, es más una hormona natural que una vitamina, y se sabe que tiene un papel importante en el desarrollo de los huesos, puede brindar protección contra el cáncer y las enfermedades autoinmunes y ayuda en la lucha contra las infecciones.
El estudio lo financiaron los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y agencias de investigación científica de Alemania y Corea del Sur, y lo encabezó Mario Fabri, de la Universidad de California en los Ángeles.
El equipo determinó que las células T, o células blancas que combaten las infecciones, liberan una proteína llamada interferon y que inicia la comunicación entre estas células y las dirige al ataque contra las bacterias invasoras.
Pero para que esa convocatoria a la batalla sea eficaz, se requiere niveles suficientes de vitamina D.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de humanos saludables, con y sin suficiente vitamina D, y encontraron que la respuesta de inmunidad no se activó en los sueros con niveles bajos de vitamina D, como los que se encuentran entre los negros en América del Norte. Pero, cuando se añadió vitamina D al suero deficiente la respuesta de inmunidad funcionó eficazmente.
Las personas con piel más oscura han sido, tradicionalmente, más susceptibles a la tuberculosis y hay áreas de África que encabezan al mundo por sus tasas elevadas de infección.
Los científicos creen que esto se debe, en parte, a que el pigmento de la piel, la melanina, que protege a las personas de los rayos ultravioletas también reduce la producción de vitamina D.
La investigación encontró una reducción del 85 por ciento de las bacterias de tuberculosis en células macrófagas humanas tratadas con interferon en presencia de suficiente vitamina D.
Fabri recordó que, también tradicionalmente, se ha usado la vitamina D para el tratamiento de los tuberculosos.
"Los sanatorios dedicados a pacientes con tuberculosis se ubicaban en sitios soleados porque eso parecía ayudar a las personas aunque nadie sabía por qué ocurría", señaló.
Fuente: EFE
La tuberculosis es una enfermedad pulmonar, que puede ser fatal, y que causa la muerte de aproximadamente 1,8 millones de personas cada año en todo el mundo.
La vitamina D, señala el artículo, es más una hormona natural que una vitamina, y se sabe que tiene un papel importante en el desarrollo de los huesos, puede brindar protección contra el cáncer y las enfermedades autoinmunes y ayuda en la lucha contra las infecciones.
El estudio lo financiaron los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y agencias de investigación científica de Alemania y Corea del Sur, y lo encabezó Mario Fabri, de la Universidad de California en los Ángeles.
El equipo determinó que las células T, o células blancas que combaten las infecciones, liberan una proteína llamada interferon y que inicia la comunicación entre estas células y las dirige al ataque contra las bacterias invasoras.
Pero para que esa convocatoria a la batalla sea eficaz, se requiere niveles suficientes de vitamina D.
Los investigadores analizaron muestras de sangre de humanos saludables, con y sin suficiente vitamina D, y encontraron que la respuesta de inmunidad no se activó en los sueros con niveles bajos de vitamina D, como los que se encuentran entre los negros en América del Norte. Pero, cuando se añadió vitamina D al suero deficiente la respuesta de inmunidad funcionó eficazmente.
Las personas con piel más oscura han sido, tradicionalmente, más susceptibles a la tuberculosis y hay áreas de África que encabezan al mundo por sus tasas elevadas de infección.
Los científicos creen que esto se debe, en parte, a que el pigmento de la piel, la melanina, que protege a las personas de los rayos ultravioletas también reduce la producción de vitamina D.
La investigación encontró una reducción del 85 por ciento de las bacterias de tuberculosis en células macrófagas humanas tratadas con interferon en presencia de suficiente vitamina D.
Fabri recordó que, también tradicionalmente, se ha usado la vitamina D para el tratamiento de los tuberculosos.
"Los sanatorios dedicados a pacientes con tuberculosis se ubicaban en sitios soleados porque eso parecía ayudar a las personas aunque nadie sabía por qué ocurría", señaló.
Fuente: EFE


