Las bolsas de Asia y Europa registraban fuertes pérdidas en el marco del persistente clima negativo que ya ayer impulsó bajas importantes en varios mercados emergentes y relativamente moderadas en Wall Street por las sostenidas expectativas de que la Reserva Federal (FED) decida impulsar una nueva suba de los tipos de interés en Estados Unidos. En ese contexto y con el agragado de un escándalo financiero que implicó al gobernador del Banco de Japón, la bolsa de Tokio registró un descenso del 4,14%, el mayor desde la jornada que siguió a los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001, y el índice Nikkei cerró en 14,218.60 puntos. La primera parte de la jornada bursátil japonesa estuvo marcada por la racha de descensos de los mercados mundiales y los retrocesos de ayer en Wall Street. Las ventas se intensificaron cuando el gobernador del Banco de Japón, Toshihiko Fukui, reconoció haber invertido en un fondo de Yoshiaki Mirakami, un gestor encarcelado la semana pasada por usar información privilegiada. El opositor Partido Democrático de Japón (PDJ) pidió la dimisión inmediata del gobernador del banco central nipón, un desarrollo que podría complicar el proceso de recuperación de la economía nipona en la que Fukui ha jugado un papel fundamental con el manejo cauteloso de la política monetaria de intereses próximos a cero. El índice Hang Seng de Hong Kong, otro de los principales de Oriente, registró una caída del 2,7% para cerrar en 15.204,86 unidades. La jornada negativa se extendía, asimismo, a las bolsas europeas. A media rueda europea y antes de que abran los mercados americanos, el FTSE 100 de Londres caía un 2,2%; el CAC parisino, un 2,1%; el DAX de Fráncfort, un 1,9%, y el IBEX español, un 2,1%.