Los veterinarios del zoológico de Leipzig, en Alemania, se enfrentan a un extraño fenómeno que afecta a los osos de anteojos que habitan en el recinto. Las dos hembras de esta especie, llamadas "Dolores" y "Lolita", normalmente parecidas a un suave peluche, han perdido casi todo su pelo repentinamente. Se han quedado calvas en todo el cuerpo.

Los expertos especulan con un posible defecto genético, pero, además de la calvicie acompañada de muestras de picazón, no hay síntomas que puedan confirmar esta teoría. También se baraja la posibilidad de que hayan perdido el pelo por estrés.

Los cuidadores del zoológico contactaron con otros de todo el mundo para pedir asesoramiento sobre esta rara enfermedad. "Dolores" y "Lolita" aparecen como si hubieran sido rasuradas, con la expeción de una estola de piel alrededor de la cara, y muestran una gruesa piel grisácea.

Los osos de anteojos son nativos de América del Sur y se distinguen por una marca en forma de gafas en la cara. Como son animales muy tímidos y huidizos, es díficil conocer su población exacta. Las estimaciones van desde 2.400 a 20.000 ejemplares salvajes.

 La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza incluye esta especie en la lista de animales que corren peligro de extinción, especialmente porque sus hábitats son cada vez más reducidos.