La Comisión Interacadémica de la Asociación de Academias de la Lengua Española, en la que participaron 11 representantes de las 22 academias de la Lengua española, se reunieron para proponer una serie de cambios en la lengua española. Ya se empezaron a escuchar las primeras reacciones de varios lingüistas y académicos de habla hispana.

Entre las grandes novedades de la nueva ortografía -que deberán ser ratificadas el próximo 28 de noviembre en Guadalajara, México- figura la de proponer un solo nombre para cada letra: la "i" griega pasará a llamarse "ye" mientras que "uve" sustituirá a denominaciones como "be" baja o "be" corta.

Según varios especialistas en el tema, los cambios despertaron en las últimas horas un fuerte debate entre varios lingüistas. El diario El País de España, planteó en una de sus últimas ediciones que hay una polémica "transoceánica" que crece, y "si en España se llora por la i griega, en América se vierten lágrimas por la be corta".

Humberto López Morales, de la Academia Puertorriqueña y responsable del Diccionario de Americanismos y secretario general de la Asociación de Academias, miembro sin voto de la comisión de la Ortografía, explicó que "se debatió mucho ese tema, pero mucho, mucho, mucho". Finalmente, los académicos se pusieron de acuerdo en aceptar uve -mayoritario en España- "a cambio de que se aceptara el ye de algunas zonas americanas", añadió López Morales.

Según reveló, "la defensa más ardiente de la ye vino de la Academia de México", el primer país del mundo por el número de hablantes de español (104 millones de un total de alrededor de 450; más del doble que el segundo: Estados Unidos, con 45 millones). Por su parte, el escritor español Javier Marías, miembro de la Real Academia Española (RAE) aseguró que "voy a seguir escribiendo como me apetezca" y puso como ejemplo que hay quienes "se han quejado de que en lugar de espurio escribo espúreo, una fórmula que hace años que no acepta la RAE". Para polemizar aún más, Marías agregó que a "la palabra espurio la encuentro espúrea".

Además de las "be" y las "ye", los cambios también permiten alcanzar a las letras "ch" y "ll", que serán excluidas del alfabeto aunque se conserve su pronunciación. "Se trata de evitar la dispersión", dijo el académico español Salvador Gutiérrez, coordinador de los trabajos para la nueva ortografía. "Ha sido un estudio exhaustivo, muy razonado. Como consecuencia de tratar de hacer una ortografía coherente hay que hacer algunos cambios, y para que sea panhispánica también tiene que haber cambios".

Entre otros, esos cambios también incluyen que a la "w" se la denomine "doble uve". Según Gutiérrez, "les va a costar en América Latina aceptar la ´uve´ y a nosotros los españoles lo de ´ye´. Lo que tenemos que buscar es una denominación única, si no habrá una gran dispersión en el idioma". El borrador también prevé suprimir las tildes en monosílabos con diptongo, como "truhán" o "guión", y que también se elimine la tilde en la conjunción disyuntiva "o" cuando separa números. Así que para escribir "4 ó 5" no hará falta acentuar la vocal.


Las academias también recomiendan suprimir la tilde en “sólo”. Además, proponen la eliminación de la “q” cuando representa el fonema “k”. De esta forma, Iraq se escribiría “Irak” y quórum sería “cuórum”. Además, los prefijos “ex” o “anti” se unirán a la palabra que preceden. El objetivo es que las nuevas reglas ortográficas se publiquen antes de fin de año

Fuente: El Día













Fuente: El Día