A pesar de que la primavera suele ser para muchos símbolo de felicidad, amor y sexualidad, existe un grueso de la población que no la disfruta en absoluto. Los primeros y más visibles son los alérgicos y el segundo grupo, más en las sombras, son los que portan el Desorden Afectivo Estacional, un trastorno del estado de ánimo que es un tipo de depresión.
Según publica el diario Clarín, la primavera es una estación “bajón” para muchos. Consultado al especto, el psiquiatra Sergio Strejilevich, jefe del Programa de Trastornos Bipolares del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, manifestó: “Estadísticamente está comprobado que tanto en la primavera como en el otoño aumentan los brotes psicóticos, depresivos y maníacos".
El especialista habla del Seasonal Affective Disorder (SAD) que es un tipo de trastorno bipolar estacional. Mientras que el otoño y el invierno se relacionan con la depresión promovidos por los días cortos y la poca luminosidad, la primavera y el verano se asocian a la hipomanía. "Son personas que viven ese período en un estado de energía desbordante, están hiperactivas e inadecuadamente eufóricas", detalló el psiquiatra.
Y si el tratamiento invernal es luminoterapia (la persona se expone un par de horas de luz con una lámpara especial), el primaveral es lo contrario. "Se hace deprivación de estímulos. Se pone a la persona una o dos horas en una habitación silenciosa y en penumbras. Y se recomienda no ir a lugares ruidosos ni muy concurridos", explicó Strejilevich.
"Los trastornos relacionados con los cambios de estaciones tienen que ver con los trastornos de ánimo. Hay personas que ni bien empiezan las temperaturas altas comienzan a tener sensación de falta de aire, sienten que no pueden respirar. Es una cuestión anticipatoria que no tiene nada que ver con lo real", expuso el psiquiatra Enzo Cascardo, presidente de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad y director del Centro Ima.
"Hay personas deprimidas que, al revés de lo que se creería, en primavera y en otoño no están mejor sino que están mucho peor. Se ve en la clínica. Y por eso en esas estaciones las consultas crecen", aseguró Cascardo.
Según publica el diario Clarín, la primavera es una estación “bajón” para muchos. Consultado al especto, el psiquiatra Sergio Strejilevich, jefe del Programa de Trastornos Bipolares del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, manifestó: “Estadísticamente está comprobado que tanto en la primavera como en el otoño aumentan los brotes psicóticos, depresivos y maníacos".
El especialista habla del Seasonal Affective Disorder (SAD) que es un tipo de trastorno bipolar estacional. Mientras que el otoño y el invierno se relacionan con la depresión promovidos por los días cortos y la poca luminosidad, la primavera y el verano se asocian a la hipomanía. "Son personas que viven ese período en un estado de energía desbordante, están hiperactivas e inadecuadamente eufóricas", detalló el psiquiatra.
Y si el tratamiento invernal es luminoterapia (la persona se expone un par de horas de luz con una lámpara especial), el primaveral es lo contrario. "Se hace deprivación de estímulos. Se pone a la persona una o dos horas en una habitación silenciosa y en penumbras. Y se recomienda no ir a lugares ruidosos ni muy concurridos", explicó Strejilevich.
"Los trastornos relacionados con los cambios de estaciones tienen que ver con los trastornos de ánimo. Hay personas que ni bien empiezan las temperaturas altas comienzan a tener sensación de falta de aire, sienten que no pueden respirar. Es una cuestión anticipatoria que no tiene nada que ver con lo real", expuso el psiquiatra Enzo Cascardo, presidente de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad y director del Centro Ima.
"Hay personas deprimidas que, al revés de lo que se creería, en primavera y en otoño no están mejor sino que están mucho peor. Se ve en la clínica. Y por eso en esas estaciones las consultas crecen", aseguró Cascardo.