El cuerpo lo pide. El calor y la humedad crean el clima propicio para comer vegetales y la primera opción que resuena es la ensalada. Sin embargo, no siempre se trata de combinar verdes sino de desafiar las mixturas e ir un poco más allá. Acá, un ejemplo.

Primero se debe trozar el repollo y cortar una porción en finas julianas. Luego, rallar unas zanahorias para obtener “hilos de zanahoria” con los que se va a preparar esta ensalada.

Sobre una plancha caliente grillar (por ambos lados) unas fetas de jamón cocido acaramelado (doblar por la parte media cada una de las fetas y asar). Agregar azúcar y unas gotas de vino (variedad a elección). Condimentar la ensalada con sal, pimienta de molino, vinagre, azúcar y mayonesa.

Lo ideal es servir el jamón grillado en la base del plato y luego la ensalada de vegetales. En pocos minutos un plato muy sano, muy fresco y muy nutritivo.