En los bebés es frecuente que la causa sea la alimentación, que contrariamente a la creencia popular, pueden provocar los mismos síntomas que la rinitis alérgica o el asma. El doctor Gustavo Marino, jefe del Servicio de Alergia e Imnunología del Hospital Universitario Austral (HUA) confirmó este hecho: “Si bien no hay estudios locales sobre el tema, estamos observando que las consulta por enfermedades alérgicas se realizan a edades cada vez más precoces. No es raro recibir gran cantidad de bebes en un solo día de trabajo”.

Lo que sí le resulta sorprendente al médico es que “en los menores de tres años la causa más frecuente de alergia sea la alimentación”: “Muchos pacientes, y también los mismos médicos, creen que la alergia alimentaria solo se manifiesta en el plano gastrointestinal, cuando la realidad muestra que cuando el paciente hace una dieta adaptada a sus alergias, logra no sólo controlar los síntomas del aparato digestivo, sino también los propios de la rinitis alérgica e incluso del asma”.

A tal punto creció el número de pacientes que presentan una patología desencadenada por alimentos que desde hace cuatro meses que en el HUA se desarrollan talleres para pacientes, padres y educadores en contacto con personas alérgicas a alimentos. En los bebés, los alimentos que más frecuentemente pueden generarles alergia son la leche de vaca, la soja, el huevo y el maíz.

Los síntomas suelen ser variados y presentarse en solitario o dupla. Los más habituales son los cólicos, los vómitos, el reflujo, la irritación, el llanto repentino, las deposiciones sanguinolentas, la congestión nasal y ocular, el moco en la materia fecal, la tos seca, el bajo peso, la diarrea o la constipación sin causa aparente.

“La detección de los cuadros de alergia en los bebés no es compleja. Las bases de las pruebas son las mismas que las de los adultos, lo único que cambia son los dispositivos porque en el caso de los niños se usa una especie de sellos con puntitas plásticas que embebidas con los alérgenos se aplican sobre la piel”, explicó Marino.

“Después de 20 minutos es posible saber a que es alérgico el bebe. Antes, cuando las pruebas se leían por medio de reglas o ‘a ojo’ los resultados no eran confiables, pero ahora podemos detectar si son positivas o no las pequeñas reacciones de los bebés alérgicos. Esto hace que las determinaciones sean prácticamente indoloras y muy confiables”, concluyó el alergólogo.

El 23 de octubre se realizará en Argentina el “Primer Congreso Nacional de Pacientes con Alergia Alimentaria”. Más información: www.congresodepacientes.com.