Las corridas de toros, tradición bien española, están lejos de extinguirse. Fueron muchos los valientes que se animaron a desafiar a las bestias cuando la localidad de Cuéllar despidió las fiestas patronales que el municipio venía celebrando desde el sábado. Como es habitual, antes de entonar el definitivo adiós por este año, se celebró el último tradicional gran encierro, en el que corrieron peligrosos toros. Tras la actividad, en la que afortunadamente no hubo víctimas, se celebraron bailes y canciones típicas en la Plaza Mayor de esa localidad. Finalmente, hubo fuegos artificiales y un espectáculo de pirotecnia.