Estados Unidos y China, los dos mayores contaminantes del mundo, se comprometieron este martes, en la Cumbre del Clima de la ONU en Nueva York, a aunar esfuerzos para reducir sus emisiones de dióxido de carbono. Sin embargo, todavía se está lejos de las condiciones y las proporciones que reclaman la Unión Europea y otros países, aunque se esperan un gran acuerdo internacional en el próximo mes de diciembre en Copenhague.

Estados Unidos y China, cada uno culpable del 20% de los gases de efecto invernadero, tuvieron la última palabra en la conferencia de las Naciones Unidas.

El presidente de China, Hu Jintao, anunció que su país hará un importante esfuerzo para combatir el cambio climático, y pidió responsabilidad a los países más desarrollados para que reduzcan sus emisiones y ayuden al resto a hacer lo mismo sin sacrificar su crecimiento.

"Trataremos de reducir para 2020 en un notable margen las emisiones de dióxido de carbono por unidad de Producto Interior Bruto en relación al nivel de 2005", prometió Hu durante su intervención en la cumbre sobre cambio climático que se celebraba en Naciones Unidas.

Hu, quien intervino después del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no ofreció muchas cifras que concretaran ese compromiso por parte del "país en desarrollo más grande del mundo", pero insistió en que tratará de hacer de China, donde vive una quinta parte de la población mundial, "un país innovador y respetuoso con el cambio climático".

En su opinión, toda la comunidad internacional debe atender sus propias responsabilidades, buscar el mutuo beneficio de todos para alcanzar un objetivo común, respetar el desarrollo de las economías que más lo necesitan y garantizar que las medidas que se tomen vayan acompañadas de la financiación y nuevas tecnologías que requieren.

Hu defendió que los países más industrializados y contaminantes deben garantizar también el acceso de las economías menos desarrolladas a las tecnologías y financiación necesarias para respetar el medio ambiente sin poner en peligro su crecimiento.

En la cumbre, a la que asiste un centenar de líderes de todo el mundo y es la de mayor nivel jamás celebrada sobre esta materia, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a todos ellos que tomen las medidas necesarias para que en la reunión de diciembre en Copenhague se logre un acuerdo que reemplace el Protocolo de Kioto.