Los 325 internos alojados en la Unidad Penitenciaria Nº 3 de Rosario denuncian desde hace tiempo la precaria situación en la que viven: falta de atención médica para los enfermos de sida, hepatitis y venéreas, cortes intempestivo del agua caliente, falta de luz en algunos pabellones. En especial, reclaman la lentitud con la cual la Justicia lleva adelante las causas.

 

Charly, delegado de los presos, explicó a Rosario3.com que “hay siete internos que ya deberían tener régimen de libertad condicional” de acuerdo a la condena, “pero como el juez Lurá no se mueve, acá están esperando”. Se refiere al juez de Ejecución Penal de la Unidad , Efraín Lurá, quien realiza el seguimiento de cada detenido y tiene la potestad de decidir –de acuerdo a la sentencia– sobre la situación de cada uno.

 

“Nos están llevando a tomar medidas que no queremos", dijo Charly, "porque si no nos dejan salir a ver a nuestras familias va a haber piquetes y huelga. La (huelga) de la semana pasada tuvimos que levantarla porque nos dijeron que si no, no iban a dejar salir el fin de semana a los que les corresponden salidas transitorias”.

 

Por su parte, Lilian Etchegoy, integrante de la Coordinadora de Trabajo Carcelario (CTC) explicó que los presos allí alojados “tienen buena conducta y el reclamo que hacen es justo”. También destacó que después de la presentación hecha por la ONG, el jueves pasado, “los internos fueron amenazados con traslados a Coronda si seguían denunciando”.

 

La presentación a la que alude fue realizada por la CTC ante la Cámara de Apelaciones de la Provincia que –según explicó la Dra. Carmen Maidagan, abogada de la Coordinadora   “tiene superintendencia sobre el servicio de Justicia”. En principio, la Cámara habría ordenado un pedido de informes para conocer la situación actual del penal y esto habría comprometido aún más la relación entre los presos y las autoridades de la unidad de detención.