Claudia Bonato

No estará en Rosario para participar de la convención de la UCR que se inicia hoy en Rosario y por su fidelidad al partido y su peso político –traducido en una prolífica tarea legislativa– quizás sea la voz más extrañada por los radicales que intentan resurgir de las cenizas.

Lamenta que sus condiciones de salud no le permitan asistir en Rosario a la convención partidaria, que es el órgano máximo de la UCR, pero no escatima su opinión acerca de los temas que ocuparán el centro del debate en la ciudad, durante hoy y mañana. Tras los cinco años de silencio que sucedieron a la huida de Fernando de la Rúa de la presidencia, a la que había accedido en alianza con el Frepaso, esta es la primera vez que los seguidores de Hipólito Irigoyen, se reúnen públicamente para reflotar al partido y tratar de recuperar el protagonismo perdido.

La abogada María Florentina Gómez Miranda, de 94 años –diputada por la Unión Cívica Radical entre 1983 y 1991– ha sido desde 1945, cuando se incorporó a la vida política argentina, uno de los principales referentes de su partido. Quienes reconocen sus méritos destacan que fue una incondicional del radicalismo (del que nunca se apartó) y una trabajadora incansable. Mientras ocupó una banca en el Congreso de la Nación supo destacarse por su labor legislativa.

Para la ex diputada la UCR “está en crisis igual que la sociedad”, pero ella confía en que se podrá salir de esa crisis: “no es un partido improvisado, ha participado varias veces del gobierno y tiene historia”. Por esta razón dice estar tranquila y segura de que será provechosa la convención en Rosario, donde espera se recupere el debate interno en torno a la disciplina natural del partido. “La UCR debe renovarse y abrir paso a los nuevos dirigentes –sostiene Gómez Miranda– y remarca que el partido está obsoleto, que se ha quedado en el tiempo”. En ese sentido, insiste en que debería modificarse la carta orgánica partidaria para que los legisladores sean reelegidos sólo una vez y de esta manera posibiliten la participación de otros. Deplora la actitud de innumerables políticos que acceden al poder para ocupar un cargo y luego piden licencia para candidatearse en otro “eso es una burla al mandato del pueblo y nosotros tampoco deberíamos permitirlo”, afirmó.

Aunque los radicales K (cercanos a la gestión del presidente Néstor Kirchner) han decidido no participar de la reunión partidaria por considerar que allí se aprobará un documento ya escrito y cerrado sin debate previo, para Gómez Miranda “deberían estar todos; en realidad –aclara– si están con Kirchner no son radicales o son radicales equivocados, pero lo mismo deberían asistir”.

Las perspectivas electorales del radicalismo luego del bochornoso abandono de la presidencia en diciembre de 2001, no son halagüeñas y la ex diputada tiene plena conciencia de ello. “No nos fue bien en la alianza con el Frepaso porque ese partido no tenía historia ni solidez. Chacho Álvarez y Graciela Fernández Meijide –afirma– fueron productos mediáticos fabricados por la televisión y la radio”. Al mismo tiempo reconoce que el radicalismo no puede ir solo a las elecciones de 2007 porque no hay tiempo suficiente y nadie va a una elección con la sentencia de muerte firmada. Para aspirar a algo concreto en las próximas elecciones estima necesaria una nueva alianza, en este caso con el ex ministro de Economía de Kirchner, Roberto Lavagna. “No es radical, pero es un hombre honesto al que no se le conocen negociados y ha probado que sabía lo que hacía cuando participó del gobierno. Ojalá sea el próximo presidente”.

Haciendo un rápido repaso por los históricos “boina blanca”, Gómez Miranda rescata a Raúl Alfonsín como el personaje partidario más importante; de Fernando De la Rúa piensa que fue un buen legislador aunque todavía no logre entender por qué hizo las cosas que hizo en ejercicio de la presidencia, perjudicando a todos los argentinos; y ve a Elisa Carrió como una mujer talentosa, valiente, atrevida y audaz, “aunque no es radical; es cualquier cosa menos radical”.

A los correligionarios reunidos en Rosario les pide que no se aparten de las raíces de la UCR y que en la adversidad sepan luchar por la democracia, la república y la libertad.

Aborto y derechos de la mujer

Florentina Gómez Miranda, ciudadana ilustre de Buenos Aires, varias veces premiada por su trayectoria en Argentina y otros países, ha militado en forma sostenida por los derechos de la mujer.
Presidió la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad creada por su propia iniciativa. Presentó más de 150 proyectos legislativos, entre ellos la autoridad compartida de los padres, pensión al viudo y a la cónyuge divorciada, igualdad de los hijos matrimoniales y extra matrimoniales, pensión a la concubina/o y despenalización del aborto para casos de violación.

Desde esa perspectiva, la ex diputada –autora en 1985 del primer proyecto de despenalización de aborto para las mujeres violadas– se refiere a los casos protagonizados recientemente por las mujeres discapacitadas de La Plata y Mendoza y los abortos que a pesar de ser legales fueron resistidos por ciertos sectores católicos del país. “Claro que es un tema complicado. En los 80 la más acérrima contra mía en el Congreso frente a estos temas era Adelina D´Alesio de Viola –recuerda– también tuve varios enfrentamientos con los grupos opositores mientras se debatía la ley. Una vez, a la salida del debate en la Comisión de Legislación Penal, me encontré con la puerta de ingreso bloqueada por manifestantes. Eran chicos de escuelas católicas acompañados por sus maestros que cantaban a coro Florentina, Florentina… quiere ser diputada pero es una asesina. Había que ser muy fuerte y tener muy claras las ideas para resistir aquello”.