La Organización Mundial de la Salud (OMS) observa las estadísticas con asombro, pero pocas personas entienden los efectos negativos generados por el uso y abuso de este tipo de medicamentos.

El uso de pastillas para dormir tiene riesgos y secuelas contraproducentes para quienes las consumen, según publica mejorconsalud.

Depresión y presión arterial alta

Hace algún tiempo, el reconocido instituto estadounidense Mayo Clinic alertó a la población mundial sobre los efectos nocivos del consumo de píldoras para dormir.

Mediante un comunicado oficial, la institución afirmó que estos productos pueden derivar en cuadros de depresión y presión arterial elevada para los pacientes.

- Más sorprendente fue su testimonio de que este tipo de soluciones médicas podían originar dolor crónico en algunos pacientes.

- Mareos, somnolencia descontrolada y aturdimiento son otras de las consecuencias negativas a las que nos exponemos.

Por todo esto, la institución médica recomendó la realización de chequeos exhaustivos a las personas que sufrían alguna patología relacionada con el insomnio.

La tercera edad debe tener cuidado

odos podemos sufrir por los efectos secundarios de las pastillas para dormir, pero las personas de tercera edad deben tener especial cuidado al usarlas.

Algunos cuadros, como el mareo o la somnolencia, pueden tener mayores repercusiones en esta población.

Los ancianos que acceden a estos medicamentos tienen mayores riesgos de sufrir caídas y peligrosas elevaciones de la presión arterial.

Además, a partir de los 65 años el cuerpo humano comienza a perder paulatinamente la capacidad de tolerar estos fármacos.

Un organismo de edad avanzada descompone y desecha estas medicinas con mayor lentitud. Por esta razón, el efecto de las pastillas para dormir podría durar mayor tiempo de lo esperado.

Las pastillas para dormir generan adicción

Muchos de los medicamentos utilizados para recuperar el sueño tienen un efecto adictivo en los pacientes.

Añadido a esto, su uso regular ayuda a que el organismo cree tolerancia y esto genera, a su vez, la necesidad de optar por formulas o dosis más fuertes.