El destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, reconoció esta madrugada que “va a ser muy difícil (regresar a la presidencia para completar el período), porque depende de la voluntad política”. Sin embargo, dijo a sus seguidores en una manifestación que "en política todo es posible". Arremetió con los grupos de poder económico a los que acusó de no soportar su gestión social.

Las declaraciones de Lugo fueron realizadas en una rueda de prensa luego de escuchar las expresiones de algunos concurrentes a una marcha en apoyo a la TV Publica paraguaya, quienes reclaman que el Parlamento revise la medida adoptada el viernes y no reconocen al nuevo presidente Federico Franco.

Además, reconoció que “nuestra democracia paraguaya se tiene que fortalecer. Unos de los instrumentos para ello es la participación, pero siempre pacíficamente”, expresó el ex presidente en rueda de prensa. En su círculo se analiza la posibilidad de que encabece la lista de senadores nacionales para las elecciones del año próximo.

Respecto del retiro de embajadores de países miembros del Mercosur, a partir del golpe institucional, lamentó el hecho porque “Paraguay no puede vivir aislado”.

Consultado sobre los posibles argumentos de la destitución, cargó contra los grupos de poder económico y de partidos tradicionales paraguayos que recurrieron a “argumentos que no se dicen, que están en la sombras” indicó.

En relación a ello, agregó que “no soportaron” que su gestión de gobierno “haya mantenido cierta popularidad por la aplicación de políticas sociales bien claras” destinadas a sectores muy pobres y “siempre” postergados. “Esta es una lección que el pueblo paraguayo va a aprender” concluyó Lugo.

Fuente: Télam