​Inesperada paridad y balotaje histórico. El domingo en que todos se sentaron a calcular cuántos puntos sacaba Daniel Scioli en el primer lugar y si Mauricio Macri llegaba a forzar una segunda vuelta cerró sin datos oficiales y el lunes alumbró una verdadera sorpresa: los dos estaban cabeza a cabeza. El oficialismo ganó por apenas dos puntos y el hombre del PRO creció mucho en los principales centro urbanos.

Los primeros guarismos difundidos a la medianoche mostraron al candidato presidencial de Cambiemos dos puntos por encima del bonaerense. Tres horas después, ya en la madrugada, Scioli lo dio vuelta pero la diferencia era exigua: 36,5 a 34,6 escrutados más del 94 por ciento de los votos.

La clave estuvo en la escasísima diferencia en la provincia de Buenos Aires, donde el líder del PRO estaba apenas cuatro puntos abajo (37 a 33). El triunfo de María Eugenia Vidal sobre Aníbal Fernández fue el batacazo que hirió de muerte la esperanza de un “triunfo contundente” del oficialismo, como exageraron voceros de ese espacio por la tarde.

Pero no era el único distrito donde Cambiemos festejó: también ganó en Santa Fe (Macri quedó casi cuatro puntos arriba), en Córdoba (Scioli terminó tercero lejísismo, 35 puntos abajo), Mendoza y en Capital Federal. Son cuatro distritos –cinco con provincia de Buenos Aires– sobre 24 pero se trata de los más poblados y equilibraron de forma impensada la elección nacional.

Con ese escenario adverso, Scioli salió a hablar primero (a las 22). Llamó la atención porque, si bien no reconoció de forma explícita un balotaje, trazó un claro discurso de relanzamiento de campaña y convocó a los “indecisos y a los independientes”. Remarcó que existen “dos modelos muy distintos de país” y se recostó en “los humildes, los trabajadores y la clase media”. También lanzó críticas más firmes que las que había realizado en la campaña contra su próximo rival en el mano a mano que se viene.

Macri salió a escena una hora después en un clima de algarabía en el búnker del PRO, que se encargó de festejar cada media hora con puestas de escena varias –incluso para chicanear a Aníbal porque el FpV perdió hasta en Quilmes, su tierra–. El candidato presidencial resaltó que “lo ocurrido cambia la política del país” y abrió rápido los brazos a los votantes de las fuerzas que quedaron fuera del balotaje (Massa, Del Caño, Stolbizer y Rodríguez Saá).

Desde UNA, el ex intendente de Tigre se mostró conforme con su cosecha: superó el 21 por ciento, es decir que retuvo el porcentaje que había obtenido junto a José De la Sota en las Paso, pero igual quedó muy lejos. Es conciente, además, que ese caudal será vital para definir el nuevo presidente en la segunda vuelta del 22 de noviembre.

Las fotos en contraste hablaron. De un lado, festejos, bailes y globos. Del otro, un discurso de campaña y la promesa de volver a hablar más tarde que no se cumplió.

Párrafo aparte para la demora en la difusión de los guarismos por parte del gobierno nacional: recién a la medianoche se conocieron las primeras cifras y explicaron por si mismos la demora. Macri comenzó arriba con el 65 por ciento de las mesas escrutadas y esa imagen impactó a todos.

Se terminó una elección y ya comineza una nueva campaña (la quinta para los santafesinos en este 2015). Otro proceso en donde las seducciones y los acuerdos ya cotizan, en un escenario sacudido por crecimiento de Macri y el estancamiento del oficialismo.

¿Podrá Scioli revertir el golpe de este domingo? ¿Pagó caro su poca presencia durante la campaña en Santa Fe y en Córdoba? ¿Fue el 38,4 por ciento de las Paso su techo y no su piso? ¿Se le escapó el voto independiente? ¿Macri puede seguir creciendo? ¿Es posible un acuerdo con Massa? ¿Qué hara el ex intendente de Tigre, dará libertad de acción o jugará por alguno de los dos?

En poco menos de un mes cada una de esos interrogantes tendrá su respuesta. En ese tránsito se vivirán seguramente días antagónicos a los vistos en la previa de estos comicios, transitados con cierta apatía. Será, esta vez, a todo nada, un cara a cara entre dos modelos como nunca antes se vivió en el país.