Los diez detenidos por asociación ilícita, estafa y lavado de activos, entre otros delitos –según fueron imputados el viernes pasado– habrían mantenido una pelea el sábado a la noche en la subcomisaría 24ª donde está alojados. La disputa originó el traslado de cuatro de ellos. Este martes, los apresados sabrán si continúan el proceso detenidos o libres.

El diario Rosario12 publicó este lunes que se debieron trasladar a cuatro de los 10 detenidos porque el sábado a la noche "se agarraron a trompadas". Algunos de los abogados defensores dijeron que la cosa "no fue para tanto" pero admitieron los traslados. En tanto, desde el Servicio Penitenciario mantenían el hermetismo acerca del lugar donde fueron trasladados algunos de los detenidos.

Los detenidos fueron acusados el viernes pasado, en la audiencia imputativa, por el fiscal Sebastián Narvaja por asociación ilícita, estafa y lavado de activos, entre otros delitos. La jornada pasó a un cuarto intermedio hasta este martes a las 9, para tratar la prisión preventiva. La jueza Mónica Lamperti deberá decidir si permanecen presos mientras avanza la investigación. La única mujer está en prisión domiciliaria, por tener un hijo pequeño a cargo. También mañana tendrá lugar la imputación de Abdala, quien se sumó más tarde al proceso porque se encontraba afuera del país, que estaba prevista para hoy pero se postergó.

Según indica hoy el diario El Ciudadano, pese a que los 11 detenidos ofrecieron fianzas millonarias para evitar las rejas durante el fin de semana, no pudieron evitarlo, ya que la Fiscalía tiene embargos trabados por 240 millones de pesos.

Escuchas

Según publica Rosario12, en su acusación, los fiscales Narvaja y Valeria Haurigot plantearon que la asociación ilícita es una red en la que los imputados cumplen diferentes roles: el grupo de captación de las propiedades; el de la realización de la mecánica delictiva; y los que realizan el fronting. Esa palabra es usada para dar cuenta de la actividad de lavado de activos a través de una pantalla para aparentar legalidad. Justamente, en la audiencia del viernes pasado, el abogado y ex ministro de Justicia del socialismo, Héctor Superti, le preguntó al fiscal qué significaba el término; y aunque Narvaja lo explicó, le advirtió: "Su cliente no tendrá problema en entenderlo", en referencia al imputado Jorge Oneto, agente bursátil y empresario detenido en los allanamientos del miércoles pasado.

Es que en una de las escuchas de las que se vale la investigación, Oneto mantiene una comunicación con Marcelo Jaef, contador y empresario acusado: "Yo lamentablemente me tengo que cubrir, entonces la idea era que firmáramos todos un acuerdo, que yo haga el fronting, que siga todo igual como está e inscribimos las escrituras", consta en el CD 35. Luego, entre Jaef y Leandro Pérez (sindicado nexo entre los imputados) el primero le refiere: "Oneto se ofreció a hacer de fronting". Además, entre Jaef y Oneto, hay una charla en la que éste le dice: "A mí no me importa el dolor de cabeza, a mí no me importa hacer el fronting. Lo que me importa es si yo no puedo disponer del bien. Porque los otros bienes que entregué están a la venta. Entonces yo si no puedo disponer de este bien, no me sirve para nada", evidencia el escrito acusatorio.

En cuanto al detenido que se presentó en la Justicia el viernes, en una comunicación, Jaef le refiere: "Lo importante es que tenemos la escritura y vendimos, Pablo. Y bueno, nos toque lo que nos toque, ya más no podemos hacer. Yo creo que demasiado que pudimos salir ante el quilombo que teníamos. Hoy tenemos un quilombo diferente, no el que teníamos antes", sostiene la acusación sobre llamadas del CD 39.

Los acusados son Roberto Aymo, sindicado organizador de las primeras fases de la ejecución de fraudes inmobiliarios, "a la pesca" de los bienes. También tiene vinculación con la banda de Los Monos. Jonatan Zárate aparece como falso apoderado que vende propiedades en nombre de los verdaderos titulares. También Ramona Isabel Rodríguez cumplía el rol de compradora connivente. A Transito Retamar Portillo (aún prófugo) se lo imputó con la misma figura. Al escribano Juan Bautista Aliau lo sindican facilitador de las maniobras ilícitas. Y a Eduardo Torres, otro escribano, ser facilitador inicial de las estafa, falseando documentos públicos. Maximiliano González de Gaetano también es organizador bajo el rol de darle financiamiento a la organización. También tiene relación con Los Monos.

A Leandro "Lelo" Pérez se lo imputó como otro organizador con rol de artícular los eslabones de la cadena de traspaso de inmuebles. "Su rol es fundamental por el nexo entre las células de los estratos socioeconómicos más bajos y la de empresarios con capacidad de actuar como fronting"..Jaef integra la célula de los fronting. Su trato es frecuente con Pérez, quien junto con González de Gaetano receptarían fondos provenientes de actividad narcocriminal. Abdala es acusado de integrar la misma célula y "generar maniobras de mayor sofisticación para hacer circular activos de origen ilícito". También le adjudicarán tener "trato comercial frecuente, a través de Jaef, con la célula que receptaría fondos de actividad narcocriminal". Oneto también es de esa alta célula, aunque "su capacidad patrimonial lícita es mayor que la de Jaef y Abdala y sus recursos técnicos, como controlador de sociedades de bolsa, son mayores para la puesta en circulación de activos de origen ilícito". El escribano Luis María Kurtzemann está imputado por "poner a disposición de los empresarios su calidad de notario para actuar como facilitador del lavado.

Para Narvaja, que empezó la investigación hace dos años, "cada una de las células se activaba de modo independiente: si se trataba de ejecutar maniobras de fraudes con propiedades, actuaban Aymo, Rodríguez, Zárate, Portillo Retamar y Torres. Cuando se trataba de un bien cuya magnitud excedía la capacidad operativa de éstos, actuaban González de Gaetano, Pérez y Aliau, para poner en circulación los bienes y conectar la operación con Oneto, Abdala, Kurtzemann y Jaef". Y agregó: "Si los fondos provienen del narcotráfico, se activaba la red conformada por Pérez, Aymo y González de Gaetano que recepta fondos y los pone en circulación mediante compra de bienes en efectivo o con intercambio de tráfico financiero con la red conformada por Abdala, Jaef y Oneto".

En el gráfico de la red, aparece Ariel Máximo 'Guille' Cantero, como un contacto asiduo de Lelo Pérez, Aymo y De Gaetano, que a su vez tienen vinculación con el estrato social más alto de los acusados. De hecho, Aymo estuvo involucrado en la venta del auto desde el que fue asesinado Diego Demarre, dueño del boliche donde mataron a Claudio "Pájaro" Cantero, hecho por el que "Guille" está preso. Además, el prófugo Portillo Retamar es tío de Andrés Fernández, procesado por conducir ese vehículo desde el que partieron las balas contra Demarre.