La profesión puede convertirse a veces en una tortura para la artista de Hollywood Meryl Streep, según confesó la ganadora de un Oscar en una entrevista que difunde hoy la revista alemana "Fuer Sie" y que difunde DPA.

"Cada vez que actúo atravieso fases por las que me odio y tengo grandes dudas. En esos momentos quisiera echar todo por la borda", dijo la protagonista de la película "El diablo viste de Prada".

"Y cada vez que me pasa eso, mi marido me recuerda que esos sentimientos son parte del trabajo".

Pese a los éxitos cosechados en la pantalla grande, la actriz tiene sus reparos frente a la industria cinematográfica. No está segura de si volvería a tomar el mismo camino. "Hoy en día no basta con tener talento. Las actrices jóvenes tienen que adoptar además el papel de símbolo sexual y eso seguramente no lo haría", explicó.

En su nueva película, que llega estos días a los cines de Europa, Meryl Streep encarna a la directora de una revista de modas, un trabajo que nunca se imaginaría para sí. "No tendría disciplina para ser una gran ejecutiva. La disciplina es algo que se me da sólo por momentos".