La vicepresidenta Gabriela Michetti cerró la maratónica sesión por la legalización del aborto con otra perlita. Se olvidó prendido el micrófono –de nuevo– y se le escuchó un breve festejo por el rechazo al proyecto.

"Queda levantada la sesión por lo que veo", dijo Michetti tras el recuento de votos en el Senado; y luego se le escuchó una risita seguida de un “Vamos todavía, vamos”. No era la primera vez que dejaba abierto el micrófono. Más temprano, se le oyó decir: "Son unos pelotudos, que no rompan las pelotas", cuando pasadas las 18, el senador Luis Naidenoff la había criticado por interrumpir el discurso de la mendocina Pamela Varesay.

La sesión duró alrededor de 17 horas, comenzó a las 10.30 del miércoles y finalizó alrededor de las 2.45 de este jueves con el rechazo del proyecto. Fueron 38 votos en contra y 31 a favor, dos abstenciones –entre ellas las del santafesino Omar Perotti– y un ausente.

Esta no fue la única vez que Michetti dejó abierto el micrófono durante el debate, sino que pasadas las 18, interrumpió a la senadora mendocina Pamela Varesay para indicarle que había hablado más del tiempo estipulado. Algunos senadores, entre ellos Luis Naidenoff, criticaron a Michetti por esta reacción y la vicepresidenta, sin saber que su micrófono estaba prendido, disparó: "Son unos pelotudos, que no rompan las pelotas".