Moria Casán sin pelos en la cabeza y en la lengua. La vedette vuelve a estar en el centro de la escena con una tapa escandalosa de su primer libro autobiográfico titulado "MeMoria", que será presentado en la Feria del Libro, el próximo 6 de mayo.
La actriz dio a conocer en su cuenta de Twitter cómo será la portada de la publicación, en la que se la puede ver totalmente pelada. Pese a que ella tiene cabello, los rumores sobre su pelada son moneda corriente en el ambiente y muchos aún recuerdan la noche en que se le salió la peluca dentro de la pileta del Aquadance en ShowMatch. Sin embargo, la diva se animó a ir muy lejos y dejó que los publicistas hicieran no sólo con ella sino con su cabeza en la tapa.
La foto
En contacto con Radiópolis, de Radio 2, Sebastián Abramovich encargado de hacer la artística de la tapa contó que "la idea era hacer algo que consiguiera captar la atención". "Los libros que acostumbro a hacer compiten en una vidriera durante una semana para ver quien se queda y quien se va. La gente sobre todo decide llevarlo por curiosidad, no son materiales que se recomienden. Para los que le gusta este mundillo, este material es bastante rico por eso la tapa tenía que ser de pesca instantánea", explicó el publicista rosarino.
Aunque al comienzo se plantearon varias ideas, en un momento se pensó: "Si es una mina que se sacó toda la ropa, ahora le sacamos la ropa de la cabeza". "Me dijeron que tenga cuidado porque muchos dicen que es pelada y yo eso no lo sabía. Pero fuimos por ese lado y a ella le gustó", dijo.
Pero claro, según el creativo Moria no es pelada y esa foto por lo tanto responde más a un proceso de efectos especiales que a una imagen real. "Tiene el pelo de una mujer que se planchó 60 mil veces en su vida, pero tiene. Lo que hicimos fue usar una máscara y luego clonar la piel para ponerla en la cabeza", reveló.
Las confesiones
Pero en el libro, Moria no habla sobre su estética, sino que se mete en su historia familiar y recuerda a sus padres el militar Juan Casanova y la actriz Rosa Fraga. "Mis recuerdos de infancia respetan más que mi barroca imagen. Se caen todos en mi mente, tengo un tsunami emocional y aparece el efecto deja vu y despierto todo lo sensorial, hamacándome esa madrugada en el campo de mis abuelos, me duele el estomago de pensar en mis padres durmiendo, los celos me abrazan y siento que de tanto rechazarlos, me hice amiga pero aparecen camuflados y vuelvo a rechazarlos", escribe la vedette.
"Streaptease del alma", "Sobredosis de mí", "Golpe de luz", "En bolas y con la verdad", "Déjà vu", "Maravillosos e ingeniosos tweets" y "Calla boca, calla boca", son algunos de los capítulos que tiene este libro editado por Planeta, en el que ella también habla de su vida sexual.
"El sueño no viene, me gusta la realidad, no pienso en ovejitas, no pienso en cuentos, no me gustan. Sí me gusta lo que mis ojos y cuerpo reciben, tengo mis primeros orgasmos frotándome con mi almohada, tocándome con mis dedos, recordando al hombre que pasaba por la puerta de mi casa y me miraba... El me bajaba la mirada y yo la sostenía. ¡Un verdadero flash!", dice.
"Rechazo los condicionamientos marcados por una máquina, por eso no me gustan los relojes, por eso me gustan las manos en el cuerpo y no aparatos que te suban el culo y te bajen la autoestima. ¿Mostrarlo para que te reconozcan? ¿Será por eso que siempre empiezo por atrás? ¿Será una forma de reconocer que me cosifiquen? ¿O que no me rendí a la cosificación?".
"¡Repetir siempre lo mismo esperando resultados diferentes! ¿Qué has hecho con tu vida? Esto y aquello, si no tomo pastillas no siento nada, pero si las tomo siento demasiado... ¡¡¡Todo el mundo pide ayuda!!! No se puede estar tan sólo, dice alguien..."
La diva también habla de su nieta: "Estoy con Helena en el cielo (mientras viajan en avión las dos solas). Gracias a Dios por tanta felicidad, qué mimo para mi autosuficiencia y qué vulnerable y niña me siento. El orgasmo del alma me sacude, comienzo a llorar y me permito mis lágrimas que son orgásmicas, me vienen desde el útero, es un orgasmo invertido, qué loco que salgan por mis ojos, me lubrican y mejoran mi mirada. Qué bueno este vínculo que no lo tomo como un lugar de ensayo-error, aprendizaje y prueba. ¡Dios me llovió encima!".


