Un grupo de mujeres se reúne una vez por semana en el barrio porteño de Abasto para aprender técnicas de autodefensa, utilizando herramientas que permiten elevar la autoestima, reconocer situaciones peligrosas y enfrentarlas.

"No proponemos la violencia como estrategia para combatir la violencia. En autodefensa decimos que hay que evitar la confrontación", es una de las primeras aclaraciones de Rosario Castelli, una de las impulsoras de la Colectiva de Autodefensa Feminista.

Una veintena de mujeres se congrega en un gimnasio una vez a la semana. “Construimos la autodefensa con el aporte de todas, utilizando técnicas teatrales, de yoga, trabajo con la voz, con la mirada y el entrenamiento corporal", explicó Soledad González, otra de las referentes de la organización.

Ellas practican técnicas de deportes de combate, de artes marciales como el jiu-jitsu, sipalki, king boxing o karate y aclaran que "se puede salir corriendo ante una situación de violencia, y para eso también es el entrenamiento".
Lo ideal "es poner el límite antes de la agresión. Si querés cruzarte de calle, cruzate, no pienses si la otra persona piensa mal, hay que desestructurar. Seguir la intuición. No se trata de pegarle a nadie", afirma Rosario.

Celeste de 25 años es la encargada de difundir y sistematizar por escrito la experiencia de la Colectiva y cuenta que "sentí un cambio en mi actitud, en la mirada, en el poder mirar de frente a alguien cuando me está molestando, diciendo no".

Conocer el propio cuerpo, cuidarlo, entrenarlo, reflexionar sobre los estereotipos que sustentan la violencia de género, cambiarlos con acciones cotidianas, y también, caminar seguras, mirar a los ojos, tener una voz firme para decir no cuando se está incómoda, y que la palabra sea respetada.

Fuente: Télam