Un proyecto escrito de puño y letra de María José Lubertino, la directora del Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia (Inadi), propone que el 40% de los cargos gerenciales esté ocupado por mujeres. La polémica apuesta buscaría el equilibrio de fuerzas femeninas con las masculinas, impidiendo que la discriminación y el machismo se adueñen del empresariado nacional.
En diálogo con medios nacionales, la funcionaria explicó que el proyecto establece que en un plazo de ocho años, las empresas privadas como públicas y también los entes estatales deberían hacer que, al menos, el 40% de sus cargos directivos o administrativos estén ocupados por mujeres, un sistema que copia el denominado "cupo femenino" que rige para el ámbito político.
Lubertino aclaró que el objetivo de la medida es "pasar a un concepto de paridad, de equilibrio y no en detrimento de los hombres", y destacó que esa medida incluirá a las compañías argentinas y las extranjeras que operan en el país. La iniciativa fue elevada al Ministerio de Justicia y, a partir del 10 de diciembre, también será propuesta a diputadas y senadoras
En tanto, confirmó que en las últimas horas recibió un sorpresivo aval de la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, a través de la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Oscar Parrilla.
El proyecto, que lleva el nombre de Ley para la no discriminación y efectiva igualdad de derechos entre mujeres y varones en el ámbito de decisión de las empresas, se realizó con la colaboración de representantes femeninas de varias instituciones como el Consejo Nacional de la Mujer, la Federación Agraria Argentina y la Organización Argentina de Mujeres Empresarias.
De aprobarse el proyecto, las empresas tendrán ocho años para cumplir con el cupo fijado, de no hacerlo, la Inspección General de Justicia, será la encargada de imponer sanciones, aunque todavía no se sabe cuáles serán los costos.
Entre los antecedentes, sólo figuran Noruega, donde se aplica sólo para la dirección de empresas públicas, y España, país que aprobó la Ley orgánica para igualdad efectiva de hombres y mujeres.
En diálogo con medios nacionales, la funcionaria explicó que el proyecto establece que en un plazo de ocho años, las empresas privadas como públicas y también los entes estatales deberían hacer que, al menos, el 40% de sus cargos directivos o administrativos estén ocupados por mujeres, un sistema que copia el denominado "cupo femenino" que rige para el ámbito político.
Lubertino aclaró que el objetivo de la medida es "pasar a un concepto de paridad, de equilibrio y no en detrimento de los hombres", y destacó que esa medida incluirá a las compañías argentinas y las extranjeras que operan en el país. La iniciativa fue elevada al Ministerio de Justicia y, a partir del 10 de diciembre, también será propuesta a diputadas y senadoras
En tanto, confirmó que en las últimas horas recibió un sorpresivo aval de la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, a través de la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Oscar Parrilla.
El proyecto, que lleva el nombre de Ley para la no discriminación y efectiva igualdad de derechos entre mujeres y varones en el ámbito de decisión de las empresas, se realizó con la colaboración de representantes femeninas de varias instituciones como el Consejo Nacional de la Mujer, la Federación Agraria Argentina y la Organización Argentina de Mujeres Empresarias.
De aprobarse el proyecto, las empresas tendrán ocho años para cumplir con el cupo fijado, de no hacerlo, la Inspección General de Justicia, será la encargada de imponer sanciones, aunque todavía no se sabe cuáles serán los costos.
Entre los antecedentes, sólo figuran Noruega, donde se aplica sólo para la dirección de empresas públicas, y España, país que aprobó la Ley orgánica para igualdad efectiva de hombres y mujeres.