La Dirección Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA) desea revisar cuidadosamente una preocupante fisura en el escudo de calor que protege al transbordador espacial Endeavour para determinar si los astronautas deberán reparar la grieta, de unos siete centímetros.

La agencia espacial tenía programado invertir varias horas del domingo para una inspección detallada de la grieta, que fue provocada por un pedazo de poliuretano que se desprendió del tanque externo de combustible durante el despegue de la nave la semana pasada. El trozo de material chocó contra los mosaicos que aislan a la nave del intenso calor al momento de reingresar a la atmósfera de la Tierra, indicó la NASA.

La agencia espacial ignora hasta el momento cuan grave es el daño o si los astronautas tendrán que reparar los daños en una caminata espacial. Para eso habrá que esperar a la inspección.

El añadir una caminata espacial a la misión es algo menos probable ahora que los directores de la misma saben que la grieta no fue provocada por hielo, que es más pesado y peligroso, como inicialmente se había sospechado.

Los científicos se enteraron del daño después de examinar vídeos de las cámaras utilizadas desde los cohetes propulsores del Endeavour, que fueron recuperadas del Mar Atlántico.

Para recabar más información, particularmente la profundidad de la grieta, la ex maestra y ahora astronauta Barbara Morgan y su compañera de tripulación Tracy Caldwell emplearán el brazo robótico de la nave y un elemento de extensión para revisar el área. El proceso podría demorar unas tres horas.

En tanto, en tierra, los ingenieros y otros expertos seguían revisando imágenes del despegue tomadas por el radar así como fotografías que fueron tomadas por la tripulación de la base orbital antes de que atracara el Endeavour.